La salida de Fer López del Celta está más cercana que nunca. El periodista Nicolò Schira señala en en su cuenta de X que el canterano firmará un contrato que le unirá al Wolverhampton hasta el año 2030, con un traspaso que estará en torno a los 20 millones de euros.
Desconocemos los detalles concretos de la negociación entre ambos clubes, y probablemente nunca lo sabremos, con lo que todo serán especulaciones, pero todos los medios coinciden en que Celta y Wolves están negociando, y esto es precisamente lo que más está enfadando a la afición celeste, que preferiría que el club vigués simplemente se remitiese a la cláusula de rescisión. Si el jugador prefiere irse, será su decisión, si hay negociación, existe colaboración por parte del club.
Insisto que nunca sabremos con exactitud lo que está pasando. Desde ciertos sectores del celtismo se está demonizando a Fer López, y a otros personajes que rodean al Celta, como si en la junta directiva nadie tuviese la culpa nunca de lo que pasa, pero lo cierto es que la relación con Jorge Mendes no traerá nada bueno, y el portugués tiene a un buen número de canteranos controlados, y no parece casual que se haya hecho con su representación justo después del "favor" del pasado verano con el traspaso de Strand Larsen a los Wolves.
Más que nunca, A Madroa puede ser una factoria de la que salgan jugadores para ser traspasados sin apenas asentarse en el primer equipo, con traspasos que computan para el año que viene hoy, y para el pasado dentro de un año. Mientras tanto, el celtismo ve como, uno tras otro, los llamados sucesores de Iago Aspas se van marchando por cantidades que no sirven para que el Celta pueda crecer, porque o no se invierten o se invierten mal.
Se han ido Brais Méndez, Gabri Veiga y Fer López, tres jugadores sobre los que debería asentarse el futuro del Celta. El dinero de Brais, que fue poco, se invirtió regular, el de Gabri Veiga no sabemos donde está, y el de Fer López correrá la misma suerte. Y el celtismo ve como se van jugadores ilusionantes. Es muy signiicativo que un jugador como Fer López prefiera irse a un equipo de la parte baja de la Premier League, que seguir en el club de su vida, que además disputará la Europa League el próximo curso. Es para que todos reflexionemos sobre esa decisión, más allá de ridiculizar al jugador por tomarla como si no tuviese idea de lo que está haciendo.
Y ojo, que por detrás vienen jugador como Ángel Arcos, Ianis Tarba, Pablo Aparicio, Mateo Sobral o David Sueiro, todos ellos también relacionados con Jorge Mendes a través de Toni Otero. Todos ellos ya estigmatizados por este hecho. Jorge Mendes no los representa para llevar a cabo una carrera completa en el Celta. Los quiere para moverlos en el mercado y percibir las correspondientes comisiones. Y todo ello con bandeja de plata por parte del club, que mantiene negocios con Mendes, entre otras cosas, para adquirir un club en Portugal. Pactar con el diablo tiene consecuencias. Nada es casualidad.