El año 2024 ha sido sin duda el año del fútbol femenino en Casa Celta. La creación de As Celtas, largamente demandada durante muchos años por un sector importante del celtismo, ha visto por fin la luz tras la llegada de Marián Mouriño al poder, luego de año de excusas injustificadas de su predecesor en el cargo.
La realidad demostró que aquello de que no había campos para acoger al equipo no era cierto, e incluso se pudo hacer con categorías inferiores sin necesidad de ampliar la ciudad deportiva. As Celtas llegan con muchos años de retraso y obligadas a empezar desde bastante abajo, enfrentándose a filiales de otros clubes que apostaron antes por el fútbol femenino.
Pero lo importante es que han llegado y ahora tenemos dos equipos a los que animar. As Celtas han completado una primera vuelta notable que les ha llevado a situarse en las primeras plazas de la clasificación, en su lucha por ascender a Segunda Federación, el tercer escalafón del fútbol femenino español.
Ana Toubes y Lara Martínez entrarán en la historia del equipo. La primera fue la primera jugadora anunciada oficialmente, y la segunda la primera capitana. A ellas se une Camila Pescatore, que fue la primera goleadora en partido oficial, pero no debemos olvidar que María Calvar fue la primera anotadora del equipo en el primer amistoso de la historia ante el Umia.
Presumía hace unos días Marián Mouriño que unas 400 personas de media presenciaron los partidos de As Celtas en A Madroa. Ojalá entre ellos estuviese habitualmente la propia Marián, que suele tener otros compromisos más importantes. En el debut en Balaídos fueron más de 6.000 los espectadores.
A este 2025 le pedimos que el propio club le de un trato acorde al equipo, y también a su filial, y no solo cuando juegue ante el Sárdoma B, porque estas chicas van a dar muchas alegrías al celtismo.
