El Celta sigue sin conocer la victoria en LaLiga tras cinco jornadas. Los de Claudio Giráldez acumulan cuatro empates consecutivos, todos con idéntico marcador: 1-1. Hoy nuevamente Borja Iglesias rescató un punto en los últimos instantes, en este caso con un gol desde el punto de penalti.
A pesar del resultado, el técnico porriñés se mostró convencido de que su equipo mereció más. “Para mí, es un partido para ganar cómodamente”, declaró, destacando que sus futbolistas desplegaron un gran nivel salvo en un tramo de la primera parte. “Hemos sido capaces de generar innumerables ocasiones, de todas las maneras posibles: por dentro, por fuera, en transición y a balón parado”.
El único lunar para Giráldez fue la falta de acierto y la sobresaliente actuación del guardameta rival. “Gazzaniga ha estado soberbio. Lo normal hubiera sido marcar cuatro o cinco goles. No hemos estado finos en la última acción, pero el equipo ha jugado a un nivel altísimo”, apuntó.
El preparador celeste lamentó además que el primer disparo del Girona acabara en gol, lo que llevó a sus jugadores a precipitarse en la búsqueda del empate. “Entre el 15 y el 30 nos volvimos demasiado locos, queriendo atacar muy rápido y sin tomar buenas decisiones”, explicó.
El guion recordó al vivido frente al Villarreal, cuando también Borja Iglesias evitó la derrota en los últimos minutos. “Empatamos al final, pero el partido es para ganar claramente. Este es el camino”, insistió Giráldez, quien prefirió no pronunciarse sobre la actuación arbitral.
Finalmente, el entrenador agradeció los elogios de su homólogo Míchel, al que definió como “una persona honesta y un grandísimo entrenador, uno de los referentes a nivel mundial”.
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