Claudio Giráldez, del botellazo involuntario a una amistad inesperada


Foto: Faro de Vigo

El fútbol suele regalar historias curiosas que van más allá del balón, y Claudio Giráldez protagoniza una de ellas. El técnico del Celta, que el pasado domingo abandonaba el Estadio de Vallecas entre saludos y muestras de cariño, se detuvo unos minutos a conversar con una pareja de aficionados rayistas: Tomás y Marisa, abonados franjirrojos desde 1998.

El gesto no era casual. La relación entre el entrenador celeste y el matrimonio madrileño nació de un episodio singular en la pasada temporada. Durante el Rayo-Celta, en pleno arrebato de frustración, Giráldez dio una patada a una botella de agua que fue a parar, precisamente, a Tomás. El aficionado reaccionó con deportividad y devolvió el objeto al banquillo visitante, donde recibió las disculpas inmediatas del técnico.

Lejos de quedarse en una simple anécdota, Giráldez decidió dar un paso más para compensar el accidente. “Les invité a la vuelta en Balaídos, una noche en el hotel donde nos alojábamos nosotros y, además, les mandé a casa dos botellas de vino. Puse en una nota: ‘Ya que no te gustó el agua…’”, recordó con humor el entrenador en una intervención en el programa Land Rober de TVG.

El gesto fue correspondido con cariño por Tomás y Marisa, que confirman la historia: “Sí, sí, nos localizó y nos invitó al palco de Balaídos. Allí presenciamos el triunfo del Rayo”, señalan para el diario AS

El pasado domingo, cuando Giráldez se dirigía a los vestuarios tras el empate en Vallecas, volvió a encontrarse con ellos. Y, pese al gentío, los reconoció al instante. “Nos ha reconocido y ha venido a saludarnos”, cuentan entre sonrisas. Para la pareja, el entrenador celeste es mucho más que un rival en el banquillo: “Es un hombre encantador”.

0 comments:

Publicar un comentario