Paul Pogba regresará a los terrenos de juego vistiendo los colores del AS Mónaco. El internacional francés, de 32 años, ha firmado por las dos próximas temporadas con el club del Principado, dejando atrás una etapa marcada por la sanción por dopaje que lo mantuvo alejado de la competición hasta marzo, tras la reducción de su castigo por parte del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
Durante ese periodo de incertidumbre, el mediocampista se mantuvo en forma entrenando en Estados Unidos, a la espera de una resolución que finalmente le permitió volver a competir este mismo año. Su vuelta al mercado no pasó desapercibida: numerosos equipos tantearon su situación, y entre ellos estuvo el Celta de Vigo.
Según ha informado ElDesmarque, el club gallego llegó a presentar una oferta formal por el jugador, consciente de que, en condiciones normales, Pogba estaría muy lejos de sus posibilidades económicas. Aun así, el futbolista valoró positivamente el interés del Celta, sabiendo que sus ingresos actuales ya no alcanzarían los niveles de sus etapas en el Manchester United o la Juventus.
El vínculo de Pogba con Vigo no es anecdótico: sus hermanos, Florentin y Mathias, pasaron por las categorías inferiores del Celta. Compartieron vestuario en el Juvenil de División de Honor con figuras como Hugo Mallo, Joselu, Toni y Rodrigo Moreno, una generación que acabó despuntando en la élite.
Sin embargo, cuando el Mónaco apareció en escena, la balanza se inclinó de forma inevitable. El proyecto deportivo y, sobre todo, la propuesta económica del club monegasco superaron con creces la oferta del Celta. Para Pogba, la oportunidad de jugar en el Principado representaba no solo una mejoría financiera, sino también una opción más atractiva desde el punto de vista deportivo.
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