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| Foto: Faro de Vigo |
Después de 41 días de ausencia, Iago Aspas por fin regresó ayer. Una estupenda noticia para el Celta, que echó mucho de menos a su capitán en los últimos encuentros. El equipo celeste sigue dependiendo en gran medida de su talento, pero es evidente que el tiempo pasa, y algún día dejará de estar.
La mejor noticia es que por detrás viene un jugador que puede estar a su altura, como demostró ayer en un escenario tan complicado como el Metropolitano. Claudio Giráldez apostó de inicio por Fer López, y el canterano, que entró un poco frío como el resto del equipo, se fue entonando y acabó siendo muy importante en el partido.
Fer López tiene todavía mucho margen de mejora, y paga el lógico peaje de la inexperiencia. Necesita adaptarse a una categoría complicado, con un ritmo de juego completamente diferente al de Primera Federación. Pero mientras tanto, ya va dejando detalles de su potencial. Ayer lo hizo con un maravilloso pase a Pablo Durán, y con un intento de asistencia de tacón a Borja Iglesias, cortado por un rival. Son recursos que ayudan al equipo y muestran el descaro de un futbolista que no se ve inferior a ningún rival.
Esta foto dice mucho, y ojalá dentro de unos años podamos recordarla como ese momento en el que confluyeron dos leyendas.
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