El partido disputado ayer por el Celta Fortuna ante el Málaga, correspondiente al partido de ida de las semifinales por el ascenso a Segunda División, estuvo marcado en la previa por la llegada a Vigo de aproximadamente medio centenar de aficionados pertenecientes al Frente Bokerón, grupo ultra y de extrema derecha, que está hermanado con los ultras de la Lazio.
Cuenta el diario Atlántico que una veintena de miembros de este grupo tienen vetada su entrada a La Rosaleda, y cuenta con representantes en la cárcel. En 2017, miembros de este grupo mataron a un aficionado que intentaba mediar y separar en una pelea.
Desde primera hora del sábado se les vio por Vigo sembrando el odio y sus proclamas políticas. Sus pegatinas, con símbolos nazis, quedan como recuerdo de su paso por la ciudad, donde, además de proclamas contra el Celta y Balaídos, insultaron a los viandantes con los que se cruzaban y también a la gente que estaba asomada a sus balcones. Su odio generó una tensión sorprendente en el estadio de Balaídos, por culpa de cuatro que deberían estar fuera del fútbol. El comportamiento de la gran mayoría de aficionados del Málaga fue ejemplar.
— Pablo Carballo (@pablo_carba) June 1, 2024
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