Lo más grande del universo



Según National Geographic, la estructura cósmica Muralla de Hércules - Corona Boreal -no confundir con la Torre del mismo nombre- es la mayor de todo el universo. Se calcula que su tamaño es de 10.000 millones de año luz. Es decir, que si fuésemos capaces de viajar a la velocidad de la luz tardaríamos 10.000 millones de año en recorrerla. Teniendo en cuenta que lo máximo a lo que ha podido viajar la humanidad es un 0,02%, tardaríamos unos 50 billones de años en viajar de un extremo a otro de semejante coloso. 

Pues semejante estructura se vería como una mota de polvo si lo comparásemos con Iago Aspas, que además en sus mejores tiempos seguro que en algún momento alcanzó un 0,03% de la velocidad de la luz. No es que sea una estrella, es una constelación completa, que lleva años vagando por el universo evitando los agujeros negros a los que parece conducir la planificación del club. 

Y aún así, este año ha recibido duras críticas, porque ha tenido malos días, como si las constelaciones estelares no pudieran tener algún defecto. Savio, que es una de las grandes estrellas de la presente Liga, cuyo valor según transfermarkt se ha incrementado de 5 a 40 millones esta temporada, acumula 8 goles y 9 asistencias, completando una magnífica campaña en un Girona que el pasado sábado selló su clasificación para la Champions. 

¿Sabéis cuales son las cifras de Iago Aspas en un equipo que solo ha peleado por la permanencia?: 8 goles y 9 asistencias. Todo eso teniendo en cuenta que durante gran parte de la temporada el equipo vivió de espaldas a la portería contraria, llegando incluso a ser suplente con ese sabio llamado Rafa Benítez. Ni eso ha impedido que acabe la temporada con unas cifras extraordinarias a sus 36 años, que serán 37 en agosto. 

El partido de ayer volvió a ser otro ejemplo de como echarse un equipo a la espalda. Y eso que falló una clarísima nada más comenzar el partido, pero supo rehacerse, provocar un penalti y anotarlo con tranquilidad. Se cansó de dar pases de goles a sus compañeros, algunos acabaron en el palo, otros en el guardameta contrario, y el bueno, el que valió, acabó en la cabeza de Douvikas y de ahí al fondo de la portería para poner el 3-2 que acerca al Celta a la salvación. Pero, ¿qué es echarse a la espalda un equipo si eres capaz de que cientos de galaxias giren a tu alrededor?. 

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