El lujo de prescindir de Iago Aspas


Foto: RC Celta

El pasado domingo Rafa Benítez sorprendió con su alineación ante Osasuna renunciando a Iago Aspas. En El Sadar salió todo de cara, el Celta se adelantó pronto, anotando dos goles en un minuto, y mantuvo a raya al equipo navarro, que tampoco tuvo su día. El preparador madrileño tampoco contó con el capitán en la segunda mitad, y el equipo acabó ganando 0-3. 

Este Celta se puede permitir jugar un partido sin su mejor futbolista, e incluso ganarlo, otra cosa es que eso se convierta en costumbre, porque lo más probable es que la cosa acabe mal. En cualquier equipo no se negocia la presencia del mejor jugador de la plantilla. Se renuncia a él si no queda más remedio. 

Hoy se ha vuelto a demostrar que, a pesar de sus 36 años, Iago Aspas sigue siendo un jugador fundamental para el Celta. Lo ha sido durante los últimos años, donde la desastrosa planificación deportiva perpetrada por Carlos Mouriño llevaría al equipo a Segunda División de no ser por las milagrosas intervenciones del moañés. 

Y está claro que este Aspas no es el de hace dos o tres temporadas, pero sigue siendo el único jugador con capacidad para crear fútbol en el equipo, especialmente después de desperdiciar la oportunidad que brindó el mercado de invierno para incorporar a un jugador con esa capacidad. Rafa Benítez y el club optaron por otro tipo de futbolistas, que no lo están haciendo mal, pero falta ese futbolista que ponga pausa y haga jugar al equipo. 

Precisamente por eso es un suicidio renunciar a Iago Aspas, aunque haya salido bien en Pamplona y en Mestalla, en el partido de Copa. Dos encuentros, por cierto, con idéntico guión: El Celta anotó 2 goles en un minutos y puso el partido de cara. Si para que el plan funcione es necesaria semejante singularidad, es que el plan no funciona, porque cuando eso no pasa, como suele ser habitual, se le ven las costuras al equipo. 

Hoy hubo un Celta antes y otro después de Aspas. El primero renunció al balón, no por decisión propia sino por la incapacidad de tenerlo y por la inoperancia cuando tenía la posesión. No había en el campo un futbolista capaz de hacer jugar al equipo. A partir de ahí es muy difícil sacar algo positivo, especialmente si el equipo es endeble defensivamente como se ha vuelto a demostrar hoy. 

Para jugar a lo que quiere Benítez es necesario defender muy bien, y el técnico madrileño parece incapaz de hacer defender bien a este equipo. Si defiendes mal y no eres capaz de generar juego, es muy probable que el partido no acabe bien. Si renuncias a Iago Aspas el drama está asegurado. Seguro que Benítez ha tomado nota de lo vivido esta tarde para los siguientes encuentros. Es un técnico con mucha experiencia y seguro que aprende de sus errores. Si es que sigue en el equipo, claro. 

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