El Celta sale en defensa de Gabri Veiga tras un artículo de ABC



Existe mucho miedo entre los grandes clubes europeos por la repercusión que pueda tener el ascenso experimentado por la liga de Arabia Saudí tras los fichajes realizados en los últimos tiempos. El Real Madrid y su entorno es uno de los clubes que ha puesto el grito en el cielo, lamentando que los petrodólares puedan cambiar el rumbo del fútbol mundial, y la prensa a su servicio se han unido a esta lucha contra molinos de gigantes. 

Porque ganar ligas con presupuestos que multiplican por diez o por veinte el de sus rivales es totalmente lícito, pero que otros tengan más dinero es una indecencia. Varios medios “nacionales” han iniciado una cruzada contra Arabia Saudí en las últimas horas, aprovechando que se disputa allí la Supercopa. Cuando la RFEF anunció hace unos años su intención de disputar esta competición en tierras saudíes muchos medios blanqueaban el pais, mientras el expresidente Rubiales aseguraba que disputar eventos futbolísticos allí ayudaría a las mujeres. 

No quedaba muy claro cómo podía ser eso, pero en todo caso para la mayoría de la prensa madrileña no era un problema la situación de las mujeres. Ahora que los clubes árabes ponen en duda la supremacía de los equipos ricos de Europa, la discriminación femenina empieza a preocupar a muchos medios. Recordemos aquella  portada del diario Marca para ilustrar la previa de un enfrentamiento entre el Atlético y el Real Madrid. 

Y en medio de esa guerra de la prensa madridista contra Arabia Saudí se ha visto salpicado Gabri Veiga. El canterano firmó el pasado verano por el Al-Ahli, una decisión que en su momento criticó públicamente Toni Kroos, y que ahora ha provocado un incendiario artículo de Rubén Cañizares en el ABC. 

Bajo el título “El apagón de Gabri Veiga”, desgrana como fue, según sus fuentes, la salida del porriñés, implicando a Juan Carlos Calero como responsable de que acabase jugando en Arabia: “Gabri era un chico fabuloso, un chaval encantador, pero se metieron por en medio su hermana y Juan Carlos Calero, y se fastidió todo”, señala el artículo, asegurando que lo explica “gente muy cercana”. 

Llega incluso a asegurar que el hecho de ser de O Porriño permitió que Juanki influyese fácilmente en su decisión: “Gabri era un chico fabuloso, un chaval encantador, pero se metieron por en medio su hermana y Juan Carlos Calero, y se fastidió todo”, señala el periodista, citando en este caso a un “empleado del Celta”

También cuenta con el testimonio de un excompañero de Gabri Veiga, anónimo por supuesto: “Se fue del grupo de WhatsApp sin dar ninguna explicación de su fichaje y, ni siquiera, se despidió. Pero bueno, tampoco era el típico jugador que hacía grupo”. Esta última información ha sido desmentida por varios periodistas vigueses, como Óscar Méndez o Pablo Carballo, e incluso el Celta publicó un tuit de apoyo a su exjugador: “Un gran compañeiro. Un futbolista brillante. Un auténtico profesional. Onte, hoxe, sempre… UN DOS NOSOS”, escribió el club en redes sociales. 

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