Villarreal 3 - Celta 2 | El Celta llega 45 minutos tarde al partido


Foto: Aitor Alcalde / Getty Images

El Celta cerró el año con otra derrota tras una primera parte indigna de un equipo de Primera División, en la que se fue con un 2-0 en contra que pudieron ser 5 de no ser por Guaita. En la segunda mitad Benítez realizó cambios y el equipo mejoró de forma notable, pero un riguroso penalti al comienzo de la reanudación hizo imposible la remontada, aunque los de Benítez tuvieron ocasiones para, al menos, traer un punto de Villarreal. 

Rafa Benítez introdujo modificaciones respecto al último partido. Regresó Starfelt tras ser baja ante el Granada por un proceso gripal, Douvikas ocupó el puesto del sancionado Aspas, y Luca de la Torre entraba por la banda derecha en lugar de Bamba, quizás la sorpresa de la noche. 

Los primeros minutos del Celta fueron indignos. La superioridad del Villarreal era tan aplastante que parecían equipos de categorías diferentes. Guaita sostuvo al equipo con dos o tres intervenciones de mucho mérito, especialmente una a un cabezazo de Sorloth, pero no pudo hacer nada ante un disparo de Pedraza, que se envenenó por un ligero roce con la bota de Starfelt. 

Tras el primer gol el Villarreal se relajó ligeramente, pero el Celta fue incapaz de generar peligro real, con una colección de imprecisiones en el pase que hacían inviable cualquier intento de acercarse a la meta de Jorgensen. 

Mientras tanto el Villarreal tuvo opciones de ampliar su ventaja, especialmente en una llegada de Carlos Romero, que había sustituido al lesionado Pedraza, cuyo disparo fue repelido por Guaita, que no pudo hacer nada en el 40. El valenciano repelió el primer disparo, pero el rechace cayó a pies de Mandi, totalmente solo en el área pequeña del Celta, para poner el 2-0 en el marcador. 

En la segunda mitad salió el Celta con tres cambios, alguno sorprendente. Carlos Domínguez saltaba al campo por el lesionado Starfelt, y también entraban Mingueza por De la Torre, y Manu Sánchez por Ristic. Casi sin tiempo para colocarse llegó la jugada polémica, con un penalti muy riguroso cometido por Kevin. Parejo ponía el 3-0 desde los once metros. 

El partido parecía sentenciado, pero el fútbol siempre da segundas oportunidades. En el minuto 52 una falta botada por Mingueza es despejada por un defensa amarillo y Douvikas aparece con la caña para poner el 3-1. A partir de ahí todo cambió. El Villarreal se asustó y el Celta se creció, con un gran Mingueza como creador de juego desde la banda derecha. 

Cinco minutos después del 3-1 llegó el 3-2 en una gran acción combinativa del Celta que acaba con pase de Cervi al espacio para que Manu Sánchez ponga un pase de gol a Strand Larsen. El noruego anotó el séptimo gol de la temporada, y pudo marcar el octavo casi a renglón seguido con un cabezazo tras un saque de esquina que salvó de forma milagrosa Jorgensen. 

Eran los mejores minutos del Celta, aunque a partir de ahí el partido se paró bastante, con  muchas interrupciones para atender a varios jugadores, lo que enfrió un tanto el ímpetu del Celta, que aún así encerró al Villarreal en el cuarto de hora de descuento, pero fue incapaz de salvar los muebles, pagando una primera parte lamentable que hizo imposible la remontada en la segunda, a pesar de ser muy superior en ese tramo de partido al Villarreal. 

Se cierra 2023, un año de centenario bastante triste, con la esperanza de que 2024 ofrezca algo mejor al celtismo. De momento los jugadores tendrán una semana para recargar las pilas. El fútbol vuelve a Balaídos dentro de 15 días con la obligación de ganar. 

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