Sestao River 1 - Celta 2 | Contra barro y marea


Foto: El Correo

El Celta ha sufrido lo indecible para eliminar al Sestao River en la segunda ronda de la Copa del Rey. El equipo de Benítez tuvo que luchar contra las limitaciones propias y contra los elementos, en un campo indigno de esta competición, que además se fue poniendo cada vez más pesado con la lluvia que cayó sin descanso, especialmente en la segunda mitad, sobre Sestao. Douvikas adelantó al Celta en la primera llegada, y tras varios sustos el Sestao acabó empatando con un gol en propia meta de Unai Núñez.  Pocos minutos después sería Douvikas, esta vez desde el punto de penalti, quien desnivelaría la contienda garantizando la clasificación del Celta. 

Rafa Benítez puso en liza un equipo con muchos cambios, manteniendo únicamente a aquellos jugadores que no tienen recambio. Marchesín volvió a defender la camiseta del Celta, más de 10 meses después de su último partido. Por delante de él una defensa formada por Kevin, Unai Núñez, Starfelt y Ristic. En la medular Fran Beltrán y Dotor, con Miguel Rodríguez y Cervi por las bandas. Arriba Swedberg y Douvikas. 

El preparador madrileño ya advirtió en la previa de las condiciones del césped de Las Llanas, algo que se confirmó desde el primer minuto. Mantener la verticalidad ya era casi un acto heroico, y en esas condiciones al Celta le costó muchísimo hilvanar dos pases seguidos. El Sestao mostró una adaptación mucho más grande a la superficie, lo que otorgó cierta ventaja, especialmente en balones divididos. 

Pese a todo fue el Celta quien dio primero y lo hizo con una efectividad desconocida para este equipo. Douvikas ganó por velocidad a su adversario y solo ante el portero lo batió con aparente facilidad. Fue lo único bueno que hizo el Celta en la primera parte, pero le sirvió para llegar al descanso con ventaja, porque el Sestao tampoco asustó demasiado, a pesar de que rondó la portería de Marchesín en varias ocasiones. 

Tras la reanudación el equipo local metió una marcha atrás y fue complicando cada vez más al Celta. La estrechez del marcador era suficiente para llevar la intranquilidad a la afición celeste, que se temía lo peor en cada llegada del Sestao. Y tanto fue el cántaro a la fuente que acabó rompiéndose. Una falta lejana acaba con un mal despeje de Unai Núñez, que sorprende a Marchesín, poniendo el empate en el marcador. 

La mejor noticia para el Celta es que reaccionó muy rápido, en una acción en la que González Fuertes señaló penalti sobre Kevin en un salto con un adversario. La jugada admite discusión, pero sin VAR nadie rectificó al colegiado asturiano, que rompió su gafe con el Celta. Douvikas transformó la pena máxima con gran tranquilidad, poniendo el 1-2 que ya sería definitivo, a pesar del empuje del Sestao, que no se rindió hasta el último momento en busca de un empate que le permitiese seguir soñando. 

El Celta cumplió el expediente pero sin brillo. Superó la eliminatoria, que no era nada sencillo teniendo en cuenta las circunstancias, pero con un juego que dejó mucho que desear y que no tranquiliza en absoluto a la afición celeste. El próximo martes conocerán los de Benítez a su rival en la tercera ronda de una competición que ilusiona menos que nunca. 

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