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| Foto: EFE |
Miguel Rodríguez está aprovechando a la perfección los minutos que le está dando Carlos Carvalhal. El canterano se ha convertido en la gran esperanza de futuro de un Celta que está sufriendo muchísimo en la recta final de la temporada. En los 134 minutos que ha tenido en la máxima categoría esta temporada ha marcado un gol, ante el Sevilla, y ayer logró dar una asistencia de gol en el tanto que igualaba el marcador, obra de Strand Larsen.
Carlos Carvalhal decidió dar un giro al equipo tras el descanso, retirando del terreno de juego a Cervi para dar entrada a Miguel Rodríguez. El cambio surtió efecto nada más arrancar el segundo acto, con un Miguel muy incisivo, actuando en esta ocasión por el costado izquierdo a diferencia de partidos anteriores donde había jugado por la banda derecha.
Eso sí, al igual que sus compañeros, el redondelano se evaporó tras el 2-1 anotado por Berenguer. Ahí se cayó el equipo, y el canterano no fue ajeno al derrumbe general de todo el equipo. Su juventud es un peaje que tiene que pagar, y es evidente que en esta recta final, con lo que se está jugando el equipo, son otros los jugadores que deben tirar del carro, aunque la aportación de Miguel es indiscutible.
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