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| Foto: Denis Doyle / Getty Images |
El Celta cayó derrotado ante el Getafe y se mete de lleno en el lío del descenso. El equipo de Carvalhal dejó preocupantes sensaciones, se encontró con un penalti en contra nada más comenzar el partido y a partir de ahí jugó como sueña Bordalás que jueguen todos sus rivales. Sin ideas, espeso y siempre a merced de la idea del equipo madrileño. Además de la derrota sumó bajas importantes para el siguiente partido, ante otro rival directo como el Valencia.
Carlos Carvalhal apostó de inicio por un planteamiento más conservador de lo habitual, con defensa de tres centrales, y Kevin como carrilero por la banda derecha. Además premió a Cervi tras su buen partido en Villarreal con la titularidad. El equipo con el que salió de inicio el Celta estuvo formado por Iván Villar en portería, defensa para Kevin, Hugo Mallo, Aidoo, Unai Núñez y Javi Galán. Fran Beltrán, Gabri Veiga y Cervi en el centro del campo, con Iago Aspas y Strand Larsen en punta de ataque.
El planteamiento de Carvalhal se cayó al minuto de partido cuando Enes Ünal se adelantó a Fran Beltrán y este cometió un inocente penalti, que transformaría el delantero turco con cierta fortuna ya que Iván Villar llega a tocar el balón, pero no lo suficiente para evitar que se introduzca en su portería.
Si Bordalás pudiese elegir cómo empezar un partido sería como el de esta noche. Con ventaja en el marcador el Getafe se convirtió en la pura esencia del Bordalismo. Los recogepelotas desaparecieron, las interrupciones del juego fueron constantes. En la primera parte apenas se jugó al fútbol, y Cuadra Fernández, citado de última hora para el partido tras la lesión de Melero López, perdió más tiempo en advertir al delegado de campo de la ausencia de recogepelotas que lo que luego descontaría.
Un esperpento al que colaboró el Celta con una primera parte horrible. No funcionó en los primeros minutos, ni cuando Carvalhal deshizo el esquema inicial retirando a Kevin del campo a los 24 minutos para dar entrada a Carles Pérez. Ni con el catalán en el campo logró el equipo vigués poner a prueba a David Soria durante los primeros 45 minutos. La lucha del Getafe se centraba en aprovechar la amarilla de Aidoo para que Enes consiguiese forzar la segunda. No hubo mucho más en estos primeros 45 minutos.
Tras el descanso Carvalhal puso en liza dos nuevos cambios, con la entrada de Seferovic y De la Torre, mientras que sustituían a Javi Galán, que tenía una cartulina amarilla, y Strand Larsen. Los cambios no variaron el rumbo de un partido cuyo destino estaba escrito después del gol de Enes Ünal.
Lo más peligroso del Celta fue un centro chut de Iago Aspas, al que incomprensiblemente no intenta tan siquiera llegar Seferović. Y muy poco más en un pobre que Celta al que los cambios no mejoraron. Además a un cuarto de hora para el final del partido Enes Ünal logró su objetivo de expulsar a Aidoo. Con uno menos solo la incerteza del resultado mantuvo vivo al Celta. Eso y Munir, que perdonó dos goles hechos para dejar el partido visto para sentencia.
En todo caso el marcador no se movió y los puntos se quedaron en el Coliseum Alfonso Pérez, que vibró con el espectáculo futbolístico del equipo de Bordalás, y sobre todo con la impotencia de un rival que si no pega un volantazo se puede meter en un lío muy gordo.
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