Fichaje de primavera

Foto: Ricardo Grobas / Faro de Vigo

No sabemos cuánto durará la aventura de Renato Tapia como central. Su participación en los dos últimos partidos puede tener explicación más allá del rendimiento. En el Bernabéu jugó por la sanción de Aidoo, y anoche entra dentro de la lógica pensar que Carvalhal optó por repartir esfuerzos, dejando a Núñez en el banquillo pensando en el partido del próximo domingo ante el Villarreal. 

Pero al margen de lo circunstancial de su presencia en el once inicial, lo que ha dejado claro Tapia, dando la razón a su entrenador, es que puede jugar perfectamente como defensa central, rememorando viejos tiempos cuando ejercía en esa demarcación en el Feyenoord de Rotterdam. Lejos quedaban aquellos tiempos, pero para Tapia jugar de central es como andar en bicicleta. 

Y no solo se ha adaptado bien, sino que está jugando por encima de lo esperado. El gol seguramente encumbre a Aidoo, pero hasta ese momento, el internacional peruano estaba siendo el mejor del partido. No solo por la seguridad que transmite dentro del campo, sino por lo que aporta al equipo en la salida de balón, por sus desplazamiento largos con mucho sentido, o alguna internada por banda, bastante impropia de un central. Una de ellas acabó con un centro al corazón del área pequeña a la que no llegó por muy poco Iago Aspas para adelantar al Celta. 

El redescubrimiento de Renato Tapia como central puede considerarse un fichaje de primavera. Carvalhal ha aumentado su rotación con la presencia del futbolista peruano que ha tenido una oportunidad en esa posición y se está agarrando a ella con todas sus fuerzas.