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| Foto: RC Celta |
Hace aproximadamente un año el Celta entregó su proyecto deportivo a Luís Campos, con un novedoso sistema que el ejecutivo luso ya había llevado a cabo en otros clubes, por ejemplo el Galatasaray, para el que trabaja entonces. Sería el encargado de gestionar la parte deportiva del club, pero como un asesor externo que podría ofrecer sus servicios a varios clubes a la vez. A día de hoy lo hace en Vigo y con el Paris Saint-Germain, dos clubes que tienen poco o nada que ver.
Esta dualidad, un tanto extraña para el modo tradicional de entender las secretarías técnicas, está dejando más satisfacción en Vigo que en la capital francesa, donde el enésimo fracaso del equipo capitalino en la Champions League pone en peligro su continuidad al frente de la dirección deportiva.
Todo lo contrario que en el Celta, donde está plenamente encantados con su trabajo, y esperan que se mantenga durante muchos años. Carlos Mouriño se refirió el pasado jueves a él como "el arquitecto", felicitándose por la decisión tomada hace un año cuando Felipe Miñambres abandonó la dirección deportiva, y deseando que su relación se mantenga viva durante mucho tiempo.
Luís Campos tiene contrato hasta 2024, y la intención del club, según Carlos Mouriño, es ampliar su vinculación. Quiere un proyecto largo y que el portugués confeccione la plantilla el tiempo suficiente como para que su obra se pueda llevar a cabo. Suyos fueron los fichajes de esta temporada, y la recomendación de Carlos Carvalhal, que está dejando muy buenas sensaciones entre la directiva y la afición. Los resultados y la imagen del equipo juegan claramente a su favor.
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