Isto ía de corazón



En el verano de 2019 el Celta decidió dar un golpe de timón a su política de fichajes. Acababa de finalizar una temporada en la que el descenso estuvo más cerca que nunca. Fue el año de la Reconquista Celeste, cuando Iago Aspas volvió de su lesión para salvar literalmente al equipo que en el descanso del partido ante el Villarreal estaba perdiendo 0-2 y a 7 puntos de la salvación. Un doblete de Aspas y un gol de Maxi Gómez permitieron ganar aquel partido, y a partir de ese momento fue para arriba y logró salvarse aunque fuese de forma agónica. 

En Príncipe decidieron que eso no podía volver a pasar y se encomendaron a gente de la casa. El slogan de aquella Temporada 2019-20 fue "Isto vai de Corazón", que englobaba una operación retorno, según la cual volvían a Vigo futbolistas con pasado en la cantera, o con una vinculación especial como Rafinha, que volvía cinco años después, nuevamente cedido por el Barcelona. Al hijo de Mazinho lo acompañaron otros canteranos como Santi Mina, Denis Suárez y Pape Cheikh, que se habían marchado en diversos momentos y por diversas circunstancias. 

La ilusión se disparó entre el celtismo, por el regreso de jugadores muy queridos, que debían formar parte de la columna vertebral del equipo junto a otros canteranos de peso en el equipo, como Iago Aspas, Hugo Mallo, Brais Méndez y Rubén Blanco. Tres años y medio después de aquella operación retorno, no queda ninguno de ellos en el equipo. 

Los primeros en irse fueron Pape Cheikh y Rafinha. Ambos llegaron cedidos, aunque el rendimiento fue diferente. Pape apenas pudo entrar en el equipo, y problemas extradeportivos lo sacaron de la escena en el mes de enero. Acabó la temporada, pero prácticamente sin minutos. Rafinha dejó constancia de su calidad, aunque demasiado a cuentagotas, y regresó a Barcelona al final de esa temporada. 

Los que sobrevivieron fueron los que tenían contrato en vigor: Santi Mina y Denis Suárez, que ofrecieron buen rendimiento en la siguiente temporada con la llegada de Eduardo Coudet, pero Mina tenía pendiente un juicio por una agresión sexual cometida antes de fichar por el Celta. En marzo de 2022 fue juzgado y condenado a cuatro años de cárcel, poniendo fin a su etapa en el club, al que todavía sigue perteneciendo, pero esta campaña está cedido en el Al-Shabab árabe, porque en Europa nadie lo quiso. 

El Caso de Denis Suárez ha dado mucho que hablar en los últimos tiempos. Todo iba bien hasta que el Real Madrid fichó a Bryan Bugarín. El joven futbolista pertenecía a la agencia de la que es propietario en parte Denis. Carlos Mouriño arremetió contra él y lo amenazó con apartarlo del equipo si no abandonaba su agencia. El de Salceda no lo hizo, y el resultado fue el bochorno de la última temporada, con el jugador en la grada, y saliendo a última hora en el mercado de fichajes. 

La operación retorno ya es historia en un Celta menos canterano que nunca, porque a estas salidas hay que sumar la cesión de Rubén Blanco al Olympique de Marsella, la venta de Brais Méndez a la Real Sociedad, y la más que probable salida de Hugo Mallo al final del presente ejercicio. Aquel proyecto de cantera se quedó finalmente en muchísimo menos de lo que todos esperábamos. 

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