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| Foto: José Lores / Faro de Vigo |
Otro futbolista cuyo futuro será una incógnita hasta el 1 de septiembre es Miguel Baeza. El atacante andaluz regresó este verano a Vigo tras una poco satisfactoria cesión en la Ponferradina, siendo uno de los protagonistas en la pretemporada. Ante la ausencia de delanteros, Eduardo Coudet apostó por él como acompañante de Iago Aspas en la punta de ataque, hasta que la llegada de Paciência lo relegó nuevamente a la suplencia.
Con casi todos los fichajes realizados, pendientes de la llegada de un tercer delantero, lo que parece claro es que sus opciones de disponer de minutos son escasas. En las dos primeras jornadas no apareció, algo que se puede repetir a lo largo de la temporada, por esa una cesión a un equipo de Segunda División está encima de la mesa.
Sin embargo, la principal opción del futbolista es la de seguir en el Celta. El atacante cordobés llegó a Vigo en el verano de 2020, procedente del Real Madrid. El club celeste pagó 2,5 millones de euros por el 50% de su pase. Una apuesta importante y arriesgada por un jugador cuya experiencia se restringía a la Segunda B con el filial madridista.
El primer año no fue malo, gozando de bastante participación, especialmente con Óscar García en el banquillo, pero tras la llegada de Coudet su importancia fue reduciéndose paulatinamente, y la pasada campaña acabó saliendo cedido en el mercado de invierno debido a los escasos minutos que disponía. Su situación no parece haber cambiado mucho, pero en este caso tampoco a Coudet le interesa que salga ya que el preparador argentino está preocupado por la escasez de fichas de la primera plantilla que tiene disponibles. Por lo tanto, salvo sorpresa, Baeza seguirá en el Celta, al menos hasta el mercado de invierno.
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