La excepción del 99 aniversario que debería ser norma


Foto: RC Celta

Hasta el año 2013 los entrenamientos del Celta eran siempre a puerta abierta. De forma excepcional se realizaba alguno a puerta cerrado, para preparar jugadas de estrategia o cualquier preparación que requiriese cierta privacidad. Con la llegada de Luis Enrique al banquillo del Celta todo cambió. El técnico asturiano decidió celebrar los entrenos a puerta cerrada, abriendo ocasionalmente las puertas para que pudiese acceder el público. 

Con la marcha del preparador asturiano, el club decidió mantener sus costumbres, y a pesar de los cambios de técnicos, la situación se mantuvo inalterable hasta la pandemia, cuando por lógica los entrenamientos pasaron a ser todos a puerta cerrada, sin excepción alguna. A día de hoy vivimos con plena normalidad, la pandemia ya es cosa del pasado -más o menos- pero el Celta mantiene la norma de que los entrenos sigan al margen de la afición. 

Este martes, con motivo del 99 aniversario del club - felicidades a todos los celtistas-  ha decidido hacer una excepción. Un centenar de abonados Sub-15 acudieron hoy al entreno del equipo, acompañados por un adulto. Para ello se realizó un sorteo en el día de ayer entre aquellos abonados que lo solicitaron. Una gran medida por parte del club, que no hace si no poner de manifiesto la necesidad que tiene el club de abrirse a la afición. 

En los últimos años, el rumbo emprendido por el Celta va hacia todo lo contrario. Cerrarse al público y abrirse a los patrocinadores que dan dinero a corto plazo, como si la afición no lo generase. Conseguir que un niño sea del Celta no es fácil. Hay otros clubes mucho más atractivos para los niños, pero el Celta tiene la ventaja de la cercanía, que no pueden igualar ni por asomo Madrid o Barcelona. Si eliminas ese factor, ¿Qué impedirá que un niño opte por ser seguidor de los equipos que salen en la tele?. 

Al club se le han alabado muchas cosas en materia económica y de gestión. Cosas que resultan poco atractivas para el público en general, y se le critican aquellas que más afectan a la afición. La nueva Ciudad Deportiva de Mos sigue siendo un coto privado para muchos aficionados. Se han realizado visitas guiadas a algunas peñas, pero los abonados que no pertenecen a ninguna se quedan fuera de la ecuación. 

La cerrazón el club en los entrenamientos es algo que se podría mejorar, y días como el de hoy, con un ambiente sensacional, y 100 niños felices es el camino que tienen que seguir en el futuro. El Celta ha aprovechado la pandemia para cerrarse aún más en sí mismo, y volcarse de lleno con los patrocinadores. Un buen ejemplo es la presentación de la camiseta en Dubai, para contentar a uno de los sponsors del club. Lejos quedan aquellas iniciativas en las que se acercaba el club a los aficionados, incluso en una ocasión se realizó un sorteo entre dos abonados para ser modelos en la presentación de las nuevas prendas. Ahora se fotografían junto a rascacielos en Dubai, o junto al Golden Gate de San Francisco. 

El Celta debe aprovechar el factor cercanía para consolidar y hacer crecer la masa social. En muchas ocasiones hemos pedido que el club trabaje más la cantera de aficionados. Los niños de hoy serán los adultos que mañana comprarán merchandising, contratarán televisiones de pago para ver los partidos, y pagarán los abonos cada temporada, además de ser el público objetivo con el que realizar campañas de publicidad y poder contar con grandes patrocinadores. Y hablamos en términos económicos porque ese es el lenguaje del club. 

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