La dependencia que no vimos venir



El fútbol nunca deja de sorprendernos, y por más sorpresas que nos de nunca dejará de hacerlo. Joseph Aidoo ejemplifica a la perfección esto que estamos comentando. Pocos futbolistas han sido más criticados que el central africano durante sus tres temporadas en el Celta, pero en los últimos encuentros ha puesto sobre la mesa el potencial que se le veía cuando fue fichado en el verano de 2019.

Tanto es así que son muchos los que consideran que el desplome del equipo celeste ayer en Nervión llegó precisamente con la salida del campo del ghanés. El Celta mandaba entonces por un claro 0-2, pero una lesión obligó a realizar un cambio, entrando en su lugar el colombiano Jeison Murillo.

Realmente no parecía el mismo equipo. La solidez defensiva desapareció de repente. Lo que antes era consistencia se transformó en inseguridad. Seguramente no solo tuvo que ver con la salida de Aidoo, pero es evidente que el africano se ha vuelto un jugador muy importante para Eduardo Coudet en los últimos partidos, y su ausencia empieza a notarse. Buena noticia para el Celta, y no tanto cuando falta.
 

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