Después de un mal inicio del Celta en la Temporada 2020-21, el Consejo de Administración decidió tomar cartas en el asunto llevando a cabo un cambio de entrenador, que permitió el regreso del Chacho Coudet, casi 18 años después de su breve periplo como jugador del equipo.
El preparador argentino era toda una incógnita por su nula experiencia en Europa, aunque venía precedido de éxitosos pasos por Racing de Avellaneda e Internacional de Porto Alegre. Su debut en el banquillo celeste no fue sencillo. Por el rival y la incomodidad de tener que estar en la grada al no tener disponible la licencia para poder entrenar en La Liga.
El Sevilla fue su primer rival, y el Ramón Sánchez Pizjuán la primera parada de la Chachoneta, que arrancó con una derrota, pero después de este partido llegarían 4 victorias consecutivas ante Granada, Athletic Club, Cádiz y Alavés. Victorias y buen juego fue la receta del técnico argentino en su primera campaña en el Celta.
Desde aquel partido de Sevilla, el Chacho ha dirigido al Celta en 50 partidos de Liga, con un balance de 20 victorias, 12 empates y 18 derrotas. La media de puntos es de 1,44 por partido, lo que extrapolado a una temporada de 38 partidos nos llevaría hasta los 54,72 puntos. Salvación más que holgada y cerca de puestos europeos por lo general.
Por lo tanto, el saldo de la Chachoneta es más que aceptable desde su desembarco a Vigo. En esta ocasión podrá estar en el banquillo, pero el escenario sigue siendo igual de complicado, y se le suma el dato de que estará repleto del siempre caliente público sevillano. Otro reto más para la Chachoneta, que durante estos 50 partidos ha demostrado ser muy efectiva ante equipos de la zona baja, pero menos fiables ante los primeros clasificados de La Liga.
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