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| Foto: Getty Images |
El Celta ha logrado un punto a la épica ante un Barcelona que vencía 0-3 al descanso. Un doblete de Iago Aspas, el último de ellos un golazo sobre la bocina, y otro tanto de Nolito permitieron al equipo de Coudet rescatar un punto con el que no se contaba al descanso, y que podría haber sido más si el partido dura otros cinco minutos.
De inicio, la alineación puesta en liza por Coudet estuvo marcada por las ausencias. No estaban Santi Mina, lesionado, ni Brais Méndez, sancionado, y se quedó en el banquillo Fran Beltrán, que tuvo molestias durante la semana y apenas pudo entrenar junto a sus compañeros.
Las ausencias fueron cubiertas por Solari, en el caso de Brais, y por Galhardo en el caso de Santi Mina.
El partido pudo comenzar de manera inmejorable si Iago Aspas aprovechase la primera oportunidad clara del partido, cuando rompió el fuera de juego y se plantó ante Ter Stegen, pero su disparo se fue rozando el palo izquierdo del meta barcelonista. No falló Ansu Fati dos minutos después. El ariete ganó la partida a Hugo Mallo y lanzó un gran disparo que sorprendió a Dituro.
El Celta no cambió la idea inicial de buscar la portería de Ter Stegen, y seguía llegando con ocasiones peligrosas. Gavi evitó el remate de Nolito a los 10 minutos, más alguna llegada liderada por Iago Aspas, pero otra vez el que dio fuer el Barcelona, en este caso por medio de Busquets, que aprovechó las facilidades defensivas del equipo vigués para poner el 0-2.Dos duros golpes para un Celta, que no estaba mereciendo ese resultado.
En el 32 se repitió nuevamente la secuencia: Renato Tapia llega muy forzado para rematar una peinada de Murillo en el segundo palo, y a renglón seguido el que no falla es Memphis tras un centro desde la banda izquierda de Jordi Alba. En tres zarpazos el Barcelona se había puesto 0-3, y la remontada entonces parecía imposible.
Pero este Celta nunca se rinde. Coudet realizó dos cambios tras el descanso. Se quedaron en el banquillo Hugo Mallo, con problemas físicos, y Solari, entrando en su lugar Kevin y Fran Beltrán.
El segundo acto no tuvo nada que ver con el primero. El Celta llegó a marcar cinco goles, aunque dos fueron anulados, el primero de ellos en el minuto 49, cuando Galhardo anotó en posición de fuera de juego. Pero dos minutos después no fue el Barcelona quien dio, sino el Celta, por medio de Aspas, que aprovechó un error de Ter Stegen para poner el 1-3. Balaídos empezaba a tener fe.
El equipo tenía poco que ver con el de la primera parte. La presión era más agresiva y efectiva, y el balón rondaba siempre el área del Barcelona. En el minuto 63 Galhardo pidió penalti de Mingueza, que ni el árbitro ni el VAR estimaron punible.
Coudet seguía moviendo el banquillo, y dio entrada a Franco Cervi en lugar de Renato Tapia, que tenía una amarilla. Con la entrada de Cervi se acentuó el dominio céltico. Nolito marcó en el minuto 68, pero la acción fue anulada por mano. La jugada parece bastante clara.
En el 73 el Celta amplió la esperanza con el 2-3, que llegó tras un gran servicio de Cervi que Nolito aprovechó para rematar de cabeza. Con 17 minutos por delante, Balaídos ya creía en la remontada, entre otras cosas porque hasta ese momento solo había un equipo en el campo.
Pero a partir de este gol, el Barcelona reaccionó y dejó de esperar al Celta para ir a buscar la meta contraria. El equipo de Sergi vivió sus mejores minutos de la reanudación, e incluso pudo sentenciar el partido por medio de De Jong, que estrelló un balón en el larguero de Dituro.
Parecía que se le había acabado la gasolina al Celta, y que moriría en la orilla después de intentar una remontada épica. Las ocasiones en el último tramo del partido fueron menos claras que en los primeros minutos, pero faltaba la enésima aparición del eterno Iago Aspas, que en el minuto 96 enganchó un tremendo disparo desde la frontal que llevaba el delirio al estadio celeste. El equipo de Coudet lograba remontar tres goles al Barcelona, algo que no pasaba desde 1998.
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