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| Foto: Getty Images |
El Celta ha logrado esta tarde un sufrido y valioso punto ante un buen Villarreal. Una parte para cada equipo, con el conjunto amarillo adelantándose en la primera mitad, y el Celta logrando la igualada y mereciendo incluso más en la reanudación. En los últimos minutos, los de Coudet se fueron quedando sin fuerzas y no pasaron del empate, para alegría del parking de Praza América.
Coudet apostó por un equipo bastante previsible, con los habituales en el medio del campo y la delantera, y apostando nuevamente por Aidoo y Murillo para el eje de la zaga. Kevin suplía al lesionado Hugo Mallo.
Empezó bien el Celta, con varias llegadas en los primeros compases y la primera ocasión clara, en el minuto 5, cuando Santi Mina no acertó a peinar un centro desde la banda derecha de Brais Méndez. Tras el arreón inicial del Celta, el Villarreal fue haciéndose poco a poco con el control del partido, generando varias situaciones de peligro para la meta que defendía Dituro.
En el 25 tuvo el Celta una gran ocasión por medio de Nolito, que envió un disparo marca de la casa, obligando a la intervención del meta villarrealense. Kevin no pudo atajar el rechace. Y a renglón seguido llegó el gol visitante. Tras una jugada rocambolesca, el balón parece caer manso a las manos de Dituro, que se hace un lío y no sujeta la pelota, aprovechando el despiste Parejo para llevárselo y asistir a Alberto Moreno, quien completamente solo remachó a placer.
Tras el gol parecía llegar la reacción de los celestes, y dos minutos después Javi Galán envió un centro chut que se fue envenenando y acabó golpeando el palo de la portería defendida por Rulli. Fue lo único que pudo hacer el Celta, que sufrió mucho durante los últimos 15 minutos de la primera mitad, con llegadas muy claras del Villarreal.
Trigueros tuvo en sus botas el 0-2, pero no llegó a rematar un balón que en caso de contactarlo habría acabado inevitablemente en el fondo de las mallas. El mismo jugador, en el minuto 40, volvió a tener el segundo cuando se encontró con un balón franco en el interior del área, pero disparó al muñeco. Dituro, muy atento, sacó el peligro. El meta argentino tuvo trabajo extra en este tramo de partido, y un par de minutos después volvió a estar felino para evitar el gol del Villarreal, en este caso de Dia.
El Celta se marchó al descanso con tristeza por el resultado, pero cierta alegría porque podría haber sido peor. Para comenzar la segunda mitad, Coudet ordenó dos cambios, quedando en el banquillo Santi Mina y Murillo, entrando en su lugar Thiago Galhardo y Néstor Araújo.
En la reanudación salió con otros bríos el equipo celeste, aunque le costaba generar ocasiones de peligro ante un Villarreal que defendía con mucho orden. La primera gran ocasión la protagonizó un sorprendente Araújo, muy activo en facetas ofensivas. El mexicano realizó una larga conducción hasta la frontal, dribló a un contrario y envió un zapatazo que se marchó ligeramente desviado.
Con el Celta llegando cada vez más, se olía el gol del empate, que llegó en el minuto 71 por medio de Brais Méndez. El internacional español aprovechó un rechace de Rulli tras un fuerte chut de Fran Beltrán para anotar el tanto del empate. Pudo el Celta marcar el segundo en la siguiente acción, pero Iago Aspas no acertó a tirar entre los tres palos tras una fantástica dejada de tacón de Galhardo, que estuvo muy activo durante la segunda mitad.
En los últimos minutos el Celta se fue marchitando, y el Villarreal fue quien puso mayor intención de llevarse el partido, aunque sin muchas ideas, por lo que el marcador ya no se movería, reflejando un empate que es justo a la vista de los méritos de unos y otros.
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