La apuesta son los nuevos


Foto: RC Celta

Una de las características del Celta en los últimos años ha sido su apuesta por la cantera. No solo en la base, donde se invierte mucho más que antaño, sino en el primer equipo, donde todos los técnicos han demostrado una sensibilidad especial para apostar por la gente de la casa. 

La llegada de Coudet ha traído muy buenas cosas al equipo, su capacidad para competir y hacer un fútbol ilusionante no tiene nada que ver con la que mostraba con su predecesor, pero, por lo que sea, está claro que no acaba de confiar en los canteranos que tuvieron oportunidades previamente. 

Ayer se volvió a demostrar con la presencia sobre el terreno de juego de dos debutantes que formarán parte del filial, pero que no se formaron en Vigo. Se trata de Carlos Beitia y Àlex Carbonell, dos apuestas del club, que les ha hecho un contrato de larga duración, confiando en que su explosión pueda ayudar al primer equipo en el futuro, o al menos al filial en la exigente Primera RFEF. 

Los dos recién llegados saltaron al terreno de juego en la segunda mitad, y dejaron detalllitos, poco más, algo lógico en una segunda parte en la que el nivel del equipo bajó de forma notable por el cansancio acumulado durante estos días de trabajo en el Marbella Football Center. 

Es una prueba que no sirve para juzgar sus capacidades. Tendrán tiempo en los próximos amistosos, si disponen de minutos, pero sobre todo en el filial, donde ambos apuntan a ser piezas clave en el centro del campo de Onésimo, junto a Alfon, que también dispuso de algunos minutos en el último tramo de partido. 

Pero es evidente que echamos de menos ver a jugadores como Gabri Veiga, Iker Losada o Miguel Rodríguez, ausencias por Covid en algunos casos, pero que no estuvieron convocados para la expedición que viajó inicialmente a Marbella. En todo caso, la temporada es larga, y quizás sean capaces de convencer a Coudet, que ya ha demostrado tener buen ojo para descubrir el talento. 

0 comentarios:

Publicar un comentario