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| Foto: RC Celta |
En Casa Celta siguen trabajando en la salida de Emre Mor, un futbolista que sigue entrenando al margen de sus compañeros. Tras la salida de David Costas, trabaja en solitario, y aunque no parece muy preocupado, a la vista de sus publicaciones en las redes sociales, el Celta intentará que no forme parte del vestuario de cara a la temporada que arranca en menos de un mes.
Según publica hoy Faro de Vigo, el jugador percibe 1,3 millones de euros netos por temporada, es decir una cifra cercana a los 2 millones brutos, que es el gasto que tendrá que asumir el Celta. Obviamente ningún equipo quiere realizar esa inversión por un futbolista que no ha demostrado absolutamente nada durante los últimos cuatros años en el club.
La “buena” noticia es que su rendimiento ha sido tan mediocre que se ha abaratado el coste del fichaje. El Celta consignó en su momento 14 millones de euros, de hecho así lo publicó en la Asamblea de abonados del año 2017, sin embargo ese era el coste máximo de la operación, que según informa Faro de Vigo este sábado, era de 9 millones de euros más variables, que no se han alcanzado, con lo cual se reduce su coste, y se queda por debajo de los 10 millones.
Un gasto brutal en todo caso para un futbolista que no ha ofrecido absolutamente nada, y al que hay que añadir el coste anual, rebajado en la Temporada 2019-20, en la que jugó cedido en el Galatasaray primero y posteriormente en el Olympiakos, pero que igualmente eleva el coste de su paso por el Celta en una cifra cercana a los 20 millones de euros.
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