El Celta pidió al Concello que le dejase abrir Marcador ante el Betis


Foto: Ricardo Grobas/Faro de Vigo

El público vuelve mañana a Balaídos después de quince meses sin poder aplaudir al Celta. Serán 2.686 abonados, que podrían haber sido más en caso de que todas las gradas estuviesen disponibles. Y también si el Celta no regalase entradas a medios de comunicación para sorteos, pero eso es otro tema. 

En lo relativo a las gradas, las obras, que aún no se han materializado, impiden que se abra la grada de Marcador, y tampoco en Río Bajo puede haber aficionados. Según informó este viernes Faro de Vigo, el Celta intentó abrir la grada de Marcador, para ello era necesario montar las butacas desmontadas. 

Según estas informaciones el club se ofreció a correr con el coste del montaje de las butacas, solo las necesarias para este encuentro -una de cada tres- y también se comprometía a desmontarlas tras el partido, algo que no aceptó el Concello, por lo que la grada estará cerrada y la capacidad del estadio reducida sensiblemente.  

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