Huesca 3 - Celta 4 | El Celta reina en la locura de El Alcoraz


Foto: LFP

El Celta logró tres puntos importantísimos en un partido loco, con varios cambios en el marcador y en el que acabó imponiéndose con goles de Santi Mina, Nolito, Hugo Mallo y Fran Beltrán. El partido tuvo de todo, incluida una lesión de Rubén Blanco, cuyo alcance se conocerá en las próximas horas. Ivan Villar jugó la segunda mitad. Con esta victoria, el Celta alcanza un colchón de 11 puntos sobre el descenso. 

El equipo de Coudet se presentaba en El Alcoraz con una baja muy importante, la de Tapia, resuelta por el preparador argentino con la presencia de Fran Beltrán. El resto del equipo fue el de siempre, con la excepción de la presencia de Aidoo en lugar de Araújo, recuperado pero no al cien por cien para este encuentro. 

El partido fue una locura casi desde el pitido inicial. Se adelantaron los celestes muy pronto. Tan solo habían pasado cuatro minutos cuando Iago Aspas lanzó una contra, un pase perfecto a Nolito, que de primeras asistió a Santi Mina para el 0-1. Situación ideal para el Celta ante un colista al que ese gol podía hundir. 

Pero no fue eso lo que pasó, más bien al contrario. El gol espoleó a los de Pacheta, que sacaron orgullo y fútbol para cercar la meta de Rubén Blanco, con varias llegadas de peligro antes de certificar el empate, en un fallo de marca que permitió a Siovas rematar completamente solo un buen centro de Pablo Maffeo. 

Dos minutos después completaba la remontada el Huesca con un golazo de Rafa Mir. El ariete oscense recorrió varios metros sin oposición y se sacó un derechazo que besó la escuadra céltica. 

El Celta encajó como pudo el golpe, y supo reponerse a base de posesiones largas para ganar confianza. Superada la media hora Denis Suárez metió un gran pase a Brais Méndez, quien de primeras puso a prueba a Álvaro Fernández, pero Nolito cazó el rechace y puso el empate con el que se llegaría al descanso. 

Pero antes del receso se produjo la lesión de Rubén Blanco, que se lesionó en su rodilla izquierda en un salto por el balón, tras ser golpeado por un rival. El cancerbero céltico fue atendido durante varios minutos hasta que se decidió su cambio, abandonando el terreno de juego entre lágrimas. Ivan Villar ocupó su posición. 

Cómo había sucedido en el primer acto, el Celta salió muy bien en la segunda parte, y se adelantó muy pronto en el marcador. Brais volvió a poner a prueba a Álvaro Fernández, que realizó una gran parada a tiro del canterano, pero en la salida de ese córner, Iago Aspas, completamente solo en el área rival, cabeceó al fondo de las mallas poniendo de nuevo en ventaja a los célticos. 

El resultado no servía de nada a un Huesca que se lanzó a tumba abierta buscando el empate, y pudo conseguirlo en varias acciones, unas veces Ivan Villar otras la defensa, o el desacierto en los tiros evitaron el empate, hasta que a la media hora de la segunda mitad llegó el 3-3, por medio de Ferreiro, que remató demasiado solo en área rival. El gol oscense llegó un minuto después del cambio de dibujo de Coudet, que dio entrada a Araújo en lugar de Brais para jugar con tres centrales. 

La mejor noticia para el Celta fue que encontró rápidamente el gol. El 3-4 llegó dos minutos después con un gran disparo desde la frontal del área de Fran Beltrán. Un tanto que finalmente valió los tres puntos, a pesar de que el Celta sufrió en los últimos minutos, pero también pudo sentenciar con dos tiros al palo, uno de Solari, y otro de Hugo Mallo en un centro chut. 

Al no cerrar el partido el sufrimiento se prolongó hasta el pitido final, con una última ocasión para el Huesca, salvado in extremis por Murillo después de una mala salida de Iván Villar. Tres puntos de oro, y la salvación muy encarrilada. 

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