Duro Castigo para un Celta, obligado a jugar con uno menos durante media hora, y que acabó encajando los goles en el descuento ante un Valencia que no hizo nada del otro mundo. Tampoco el Celta jugó un buen partido, pero la inferioridad numérica fue clave en el último tramo de partido. Además, Rubén Blanco no podrá jugar ante el Valladolid.
De inicio Coudet resolvió las ausencias de Brais Méndez y Iago Aspas con los dos últimos fichajes del mes de enero, Solari, que actuó por la derecha, y Ferreyra que se unió a Santi Mina en la delantera.
El partido no pasará a la historia de La Liga por su calidad. La primera parte fue bastante aburrida, sin demasiadas ocasiones en ninguna de las dos porterías, aunque con mucha intensidad defensiva. El excéltico Wass marcó un gol, bien anulado por fuera de juego, y una salida tardía de Rubén Blanco llevó el “uy” en un pase en profundidad a Kang In Lee.
La primera medio ocasión del Celta llegó al cuarto de hora de la segunda mitad, cuando Santi Mina logró rematar de cabeza llegando el esférico mansamente a las manos de Cillesen. El partido cambiaría completamente en la siguiente acción, cuando Rubén Blanco, otra vez en salida tardía, derriba a Maxi Gómez a criterio del colegiado tras la revisión en los monitores de Mestalla. Inicialmente había dejado seguir la jugada, pero a instancias del VAR fue a revisar la acción y decidió expulsar a Rubén Blanco.
El Celta se quedaba durante media hora con uno menos e Iván Villar en la portería, en una complicada empresa, pero resistió el asedio del Valencia hasta el descuento, sin que apenas llegaran ocasiones. Ferreyra fue el sacrificado para que pudiese ingresar al terreno de juego el guardameta de Aldán.
A diez minutos del final retiró a Solari y dio entrada a Aidoo, pasando el ghanés a jugar como lateral derecho, y adelantando la posición de Hugo Mallo. Precisamente el de Marín tuvo la mejor ocasión del partido, tras una buena acción individual de Nolito, a cuyo pase no llegó por milímetros el capitán celeste.
Y después de aguantar durante media hora llegó el duro castigo para el Celta, con el gol de Manu Vallejo en el 93. El delantero ché se plantó en el área céltica tras una buena combinación con Kang In, y su centro chut acabó en la portería céltica. En el 97 Gameiro sentenciaría un partido que ya estaba cerrado con el 2-0.
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