Celta 3 - Granada 1 | Primera victoria de la era Coudet



El Celta ha logrado una gran victoria ante el Granada, en un partido en el que fue superior, con una primera media hora de lujo y un Iago Aspas de escándalo. El moañés se echó el equipo a la espalda, y fue decisivo incluso sin marcar. Nolito, Baeza y Fran Beltrán fueron los autores de los tantos que dan una victoria al Celta ocho partidos después. 

De inicio Coudet volvió a apostar por el mismo equipo que en Sevilla, con la única novedad de la entrada de Araújo por Aidoo, renqueante tras la lesión sufrida hace ocho días en Nervión. Así la formación inicial fue Rubén Blanco en portería, defensa de cuatro para Hugo Mallo, Araújo, Murillo y Olaza. Renato Tapia por delante de ellos, con Denis Suárez, Brais Méndez y Nolito como interiores, y arriba Iago Aspas y Santi Mina. 

El Celta entró muy bien en el partido, siendo muy superior a un Granada que apenas podía contener las oleadas ofensivas del equipo de Coudet, muy agresivo, combinando muy rápido en ataque y generando llegadas al área rival de forma constante. A los seis minutos comenzó Aspas su recital con una gran asistencia que no pudo aprovechar Santi Mina. A los 11 minutos el moañés le regaló un gol a Nolito que remató ligeramente alto. 

A los 20 minutos llegó otra gran ocasión, en las botas de Hugo Mallo, pero Rui Silva atajó el disparo del capitán. Pero el fútbol a veces tiene estas cosas, y en el minuto 24, un fallo de Murillo en la salida de balón, propició una contra del Granada, rematada por Luis Suárez a gol tras un gran pase de Luis Milla. 

El resultado no era justo, pero queda más de una hora de partido para revertir la situación, y el Celta tuvo la virtud de reaccionar muy rápido, logrando el empate cuatro minutos después. Nuevamente Iago Aspas, tuvo la pausa suficiente para poner un balón a Olaza en el momento propicio y el centro de primeras del uruguayo fue rematado a gol por Nolito, que se resarcía tras el fallo anterior. 

Con el empate, el Celta tranquilizó un poco el juego, y el Granada fue superior, especialmente en los últimos minutos de la primera parte, gozando de una clarísima ocasión al borde del descanso, cuando Rubén Blanco salva un disparo de atacante andaluz, y el posterior rechazo le cae a Molina, en fuera de juego, y lo echa fuera de forma incomprensible. De producirse, el gol debería ser anulado. 

Tras el descanso salió el Celta con los mismos hombres, y el Granada con la variante de Antonio Puertas en lugar de Jorge Molina. La tónica cambió en los primeros compases, con un Celta con menos chispa, y el Granada esperando cómodamente su oportunidad en una contra. La virtud del Celta fue que no concedió ni una sola jugada para que los de Diego Martínez explorasen la transición. 

El equipo de Coudet, con muchos menos vértigo que en la primera mitad, iba generando alguna ocasión. Primero Santi Mina, y luego Renato Tapia, que tuvo un disparo franco, pero no logró encontrar portería. En el 70 llegó la más clara en las botas de Nolito tras la enésima genialidad de Aspas, que supo encontrar el hueco para poner un balón al ariete andaluz, cuyo remate no encontró portería. 

Los primeros cambios del Celta tardaron en llegar. Sería en el minuto 73 cuando Coudet dio entrada a Okay y Miguel Baeza, dejando el terreno de juego Nolito y Denis Suárez. Y en el 80 llegaría el gol que llevaba la justicia al marcador. Nuevamente Iago Aspas supo ganarse el espacio en el área y puso un balón de gol para Baeza, que no pudo marcar en primera instancia, pero sí lo haría aprovechando el rechazo de su disparo inicial. 

Tras el gol Diego Martínez sacó un central para volver a defensa de cuatro, y Coudet decidió reforzar el centro del campo con la entrada de Fran Beltrán en lugar de Santi Mina. Y sería precisamente el madrileño el que anotaría el 3-1 nada más saltar al campo, aprovechando otra gran jugada de Aspas, que se fue de Rui Silva y puso el balón en boca de gol para que Beltrán anotase el tanto que dejaba visto para sentencia el partido. 

De ahí al final el partido se endureció de forma incomprensible, con roces constantes entre los jugadores, que acabaron con tarjetas para Hugo Mallo y Olaza, y una expulsión de Okay, que mostró un comportamiento bastante reprobable. En todo caso, triunfo justo para el Celta que reforzó la mejoría mostrada en el debut de Coudet frente al Sevilla. 

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