Es difícil describir con palabras lo que hemos visto esta tarde sobre el terreno de juego de Balaídos. A Iago Aspas lo conocemos desde hace muchos años, pero su capacidad de sorprendernos es interminable. Y hoy lo ha vuelto a hacer. Pocas veces esta temporada hemos vista en La Liga una actuación individual tan determinante como la del moañés, que llevó al Celta a la victoria con su genialidad futbolística.
La estadística es muy clara. No falló ni un regate, y eso que los hace en zonas complicadas, y creó 9 ocasiones de gol. Lo que no especifica la estadística es lo claras que pueden ser estas situaciones, y las que hoy creó Aspas fueron clamorosas, de esas que se consideran un fallo del delantero. Así a bote pronto tenemos dos de Nolito muy claras, una de Tapia, alguna de Santi Mina. Y a eso hay que añadir su participación en los goles, decisiva en todos los casos. La estadística solo refleja una asistencia, la de Fran Beltrán, pero su participación fue clave en los tres tantos.
En el primero porque detuvo el tiempo esperando el momento preciso para darle el balón a Olaza en ventaja para que éste pusiera un centro perfecto al primer toque, y el segundo con una acción que hemos visto tantas veces a Aspas, ganando línea de fondo y dando el pase de la muerte, en este caso a Miguel Baeza, que necesitó dos intentos para certificar el triunfo del Celta.
Una actuación colosal que sostuvo al Celta sobre el terreno de juego, y que permite al equipo de Coudet respirar, aún en puestos de descenso, pero con una dimensión totalmente diferente a la de hace tan solo una semana.
Este fin de semana hemos visto muchísimos homenajes a Diego Armando Maradona. La muerte del Pelusa ha dejado imágenes imborrables. Los preciosos homenajes que le brindaron los equipos argentinos, el aplauso de los jugadores en el minuto 10 en el Benevento - Juventus, e incluso el de la selección de rugby de Nueva Zelanda, con una camiseta con el 10 en el centro del campo mientras bailaban la Haka. Pero seguramente el homenaje que más le ha gustado al pelusa ha sido el que le ha ofrecido Iago Aspas esta noche, porque ha sido un homenaje de puro fútbol. Maradona solo hay uno, y Aspas es nuestro Maradona, nuestro Messi, nuestro Pelé. Nuestro Cruyff. Pero lo mejor de todo es que Aspas es nuestro.
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