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| Foto: RC Celta |
Emre Mor ha sido una de las sensaciones del verano. El internacional turco no pudo triunfar durante sus dos primeros años en el Celta, marcados por un rendimiento decepcionante y diversos problemas con los entrenadores, llegando a ser apartado en varias ocasiones. Tampoco pudo demostrar el año pasado su calidad en las cesiones a Galatasaray y Olympiacos. Con este último equipo no llegó ni a debutar en liga, lo que da una idea de cómo fue su año.
Pero este verano ha hecho acto de contrición y la promesa de cambiar ciertos hábitos. Ha contrato un preparador física personal y un “mentalista”, para enfocarse en el fútbol y sacar el mejor rendimiento posible a su talento. Le falta demostrarlo en La Liga, como ha repetido en varias ocasiones Óscar García, pero de momento algo ha conseguido.
Y es que la intención del Celta era la de desprenderse de un futbolista que no está justificando la inversión realizada hace tres temporadas, pero por el momento no ha sucedido y todo apunta a que se quedará en el equipo. El preparador celeste ha confirmado que, en caso de seguir, le dará oportunidades como a cualquier otro futbolista, y ahí es donde el turco-danés tiene que demostrar que ha cambiado y que su mejoría durante el verano no es un espejismo.
Emre ha sido uno de los más destacados en los amistosos de verano. Nos regaló un golazo ante el Real Oviedo y volvió a ver portería ante el Lugo. Ante el Sporting no marcó y estuvo un poco más flojo. El sábado debuta el Celta en Liga, y esa puede ser una nueva oportunidad para demostrar, ya en competición oficial, que está a tiempo de salvar la inversión realizada por el Celta.
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