El pasado lunes el Deportivo puso fin a 39 años de forma consecutiva en el fútbol profesional. Lo hizo en una situación un tanto desgraciada, ya que tuvo que ver los partidos de sus rivales por la televisión. Estos ganaron, contando con 4 puntos de ventaja sobre los de Fernando Vázquez, y el asunto estaba resuelto a falta de un ya intrascendente partido para los coruñeses.
El Lugo y el Albacete superaron un match ball tremendo. El Deportivo no jugó su partido después de que varios jugadores del Fuenlabrada diesen positivo por Covid-19. Eso aplazaba su partido, y dejaba a lucenses y manchegos con la obligación de ganar para no llevarse sorpresas en un encuentro que, conociendo los resultados de sus rivales, podía convertirse en un biscotto si el empate favoreciese a coruñeses y madrileños. Lugo y Albacete evitaron cualquier argucia ganando sus partidos y haciendo imposible que el Deportivo los alcanzase. Fin de la historia.
¿Fin de la historia?. Era el principio. El Deportivo que había dicho antes del partido en palabras de su presidente, que el hecho de aplazar su encuentro ni le favorecía ni le perjudicaba, puso el grito en el cielo cuando se vio descendido, y por sorprendente que parezca, la inmensa mayoría de los medios le siguió el juego.
La primera la Televisión de Galicia, que parecía un funeral, celebrando con la boca muy pequeñita la salvación del Lugo, un equipo que no pareció gallego el pasado lunes. Se hablaba de injusticia deportiva, de que el descenso no se había producido en buena lid, y otro tipo de argumentos con los que el presidente de la entidad coruñesa, Fernando Vidal, intentó justificar un ridículo histórico como el descenso a Segunda B del equipo coruñés.
Rápidamente se alió el Numancia, que se sumó a la petición del Deportivo de ampliar la liga a 24 equipos para evitar su descenso y el del equipo coruñés. Pero, ¿Por qué evitar el descenso de los sorianos, si pudieron jugar tranquilamente su partido, y de hecho lo ganaron?. Pues porque este país funciona así, y la cara dura es patrimonio.
Y es el Numancia el que invalida precisamente el argumento del Deportivo. Dice Fernando Vázquez, quien llama a la masa social del Deportivo a la movilización, que Lugo y Albacete jugaron sin la presión que le podría meter el equipo coruñés. En primer lugar es mucho suponer pensar que el equipo blanquiazul le ganase en buena lid al Fuenlabrada. Recordemos que no hace mucho perdió con el colista en casa, al que denunció porque solo jugó con siete profesionales, el mínimo permitido, y durante un minuto uno de sus jugadores fue atendido en la banda por lesión. Obviamente nadie le está haciendo caso en tal reclamación.
Pero supongamos que el Deportivo sí que le iba ganar al pobre Fuenlabrada, que seguramente ocupa la sexta posición por casualidad. Pues el efecto sería exactamente el mismo que el que ya estaba generando el Numancia con su victoria. El Lugo estuvo descendido hasta que marcó el segundo gol frente al Mirandés. Lo estuvo durante toda la primera mitad, y hasta ese momento, y el gol de Herrera metía en descenso al Albacete, que salió de él cuando marcó en el minuto 90 su gol ante el Cádiz. ¿Cómo se puede presionar más a un equipo?.
Ayer se conoció la campaña del Deportivo para reclamar su continuidad en Segunda División, bajo el lema: “Es de Justicia”. Respetamos cualquier tipo de campaña que se pueda hacer, y también es lícito que un equipo intente defender en los despachos lo que no ha podido conseguir en el terreno de juego. Para eso están los tribunales, para recordarle que lo prima es el verde, pero si lo que piden es seguir en Segunda porque sí, porque ellos lo valen, llámenlo de otra manera, pero no “es de justicia”. La justicia deportiva ya ha hablado, y desgraciadamente son un equipo de Segunda B.
La vida es dura, y el deporte también. El lunes lo fue para el Fuenlabrada, que sufrió por la enfermedad de varios de sus jugadores, hoy uno de ellos tuvo que ser ingresado en un hospital de A Coruña, y también lo fue para Lugo y Albacete, que perdieron la ventaja de saber el resultado de su rival y se vieron obligados a jugar sabiendo que solo valía ganar para evitar un susto posterior. Afortunadamente para ellos y para la justicia, ganaron y evitaron cualquier tipo de trama. ¿Alguien puede decir que los 18 primeros clasificados no son justamente equipos de Segunda? ¿No es cierto que los cuatro equipos con menos puntos descienden a SegundaB?. Entonces, ¿Cuál es exactamente la justicia que piden Deportivo y Numancia?.
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