Nueva normalidad en el deporte | Test de control


Foto: RC Celta
(EFE) Cómo volverán a los entrenamientos los deportistas de elite, el regreso de las competiciones a puerta cerrada, cómo será el futuro con público, las relaciones con los aficionados y el estado psicológico de los profesionales en su reenganche al trabajo, marcarán la agenda de la nueva normalidad tras la crisis generada por el coronavirus.

En sólo dos meses, el modo de vida de la sociedad ha cambiado radicalmente. Ya nada es como era. Casi todo tardará en volver a ser igual que antes y el deporte tampoco se librará de los cambios. Se tendrá que adaptar a ese nuevo rumbo que marcará la transición hacia el regreso a tiempos mejores. Y, muchos de esos cambios afectarán a diversos espectros a los que habrá que acostumbrarse.

Test de control 

Pero para llegar a todas esas situaciones, antes hay que dar un primer paso: los test que ya están marcha en deportes como el fútbol para saber con exactitud si jugadores, cuerpo técnico o empleados portan el coronavirus o no. No habrá sólo uno. Deberán hacerse varios. Así lo confirman tanto Ramos como Toledano.

"Sí que habrá que repetirlos de vez en cuando. Todos los días, una autoevaluación por parte del deportista de su estado de salud.

La idea es que cada día se tome la temperatura el deportista o la persona que vaya a la instalación antes de la sesión de entrenamiento. Posteriormente, cuando se pase a la siguiente fase, una vez que hemos entrenado individualmente y hay que hacerlo por grupo, hay que hacer otra vez los test y saber si hay contagio", explica Toledano.

El deportista que haga entrenamientos en los que el contacto físico esté a la orden del día, instintivamente se olvidará del peligro de contagio que tiene la cercanía de los cuerpos, el sudor y las respiraciones cuando empiecen las sesiones colectivas y la competición.

Si en las autoridades se extremará el cuidado para que los futbolistas lleguen "limpios" de coronavirus a los primeros entrenamientos, éstos, aunque piensen en ese peligro, no podrán evitarlo.

Mercadé da la clave: "El deporte son repeticiones y automatismos. Un jugador cuando ejecuta no piensa racionalmente. El 90% ciento de las acciones son repeticiones automáticas. Eso les hace buenos. Si un jugador hace cosas sin pensar, no va a pensar en la distancia social. Se va a abrazar, tocar... creo que va a ser casi imposible que estén pendientes de eso. Puede haber polémica porque les dirán que son unos irresponsables y cuando se vean por televisión, se preguntarán por qué lo han hecho. La respuesta es que ni lo pensaban".

Ese es un último ejemplo de cómo el mundo del deporte afrontará el próximo año. Hay muchos cambios a los que tendrá que hacer frente. La psicología, la limpieza, los recintos, la seguridad e incluso las relaciones personales se adaptarán a los nuevos tiempos.

Conseguir volver a la normalidad anterior a la crisis generada por el coronavirus necesitará un periodo de transición en el que muchas cosas serán nuevas y sorprendentes.

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