Nueva normalidad en el deporte | La relación con los hinchas


Foto: RC Celta
(EFE) Cómo volverán a los entrenamientos los deportistas de elite, el regreso de las competiciones a puerta cerrada, cómo será el futuro con público, las relaciones con los aficionados y el estado psicológico de los profesionales en su reenganche al trabajo, marcarán la agenda de la nueva normalidad tras la crisis generada por el coronavirus.

En sólo dos meses, el modo de vida de la sociedad ha cambiado radicalmente. Ya nada es como era. Casi todo tardará en volver a ser igual que antes y el deporte tampoco se librará de los cambios. Se tendrá que adaptar a ese nuevo rumbo que marcará la transición hacia el regreso a tiempos mejores. Y, muchos de esos cambios afectarán a diversos espectros a los que habrá que acostumbrarse.

Relación con hinchas

Sin duda, la ausencia de esos aficionados que puede suponer un choque en los deportistas, también tendrán mucha influencia en la nueva relación con éstos. El contacto será el mínimo, por no decir casi nulo. Se acabarán muchas situaciones antes normales como firmar autógrafos, recibir los autobuses de los jugadores o, simplemente, cuando acudan a los estadios, celebrar goles con los hinchas.

Primero, por protocolo. Segundo, porque entre los propios deportistas es posible que haya algún tipo de muro psicológico que lo impida. En el primer aspecto, Rafael Ramos, presidente de AEMEF (Asociación Española de Médicos de Fútbol), indica que los contactos, hasta la vuelta a la normalidad, se acabarán con seguridad.

"Hoy, esas situaciones son impensables. Siempre he dicho que si volvemos a una competición, será distinta. ¿Si me preguntan cómo va a ser dentro de cuatro o cinco meses que volvamos a la Liga del año que viene? Dependerá mucho de la situación epidemiológica que tengamos los países. Pero ya digo que de aquí a un tiempo largo, mi sensación es que todo ese tipo de cuestiones vamos a prescindir de ellas", afirma a EFE.

Tampoco podrán verse imágenes como las que protagonizaron los aficionados del Valencia para recibir a su equipo antes del choque ante el Atalanta. Justo al límite del estado de alarma, en un encuentro a puerta cerrada, cientos se acumularon en los aledaños de Mestalla para recibir al autobús de los jugadores.

"El acceso va a ser totalmente controlado. Esas imágenes, ese formato que teníamos de fútbol hace dos meses, por lo menos ahora, no. Y la Liga que viene, me temo que si no cambian mucho las cosas, nos vamos a olvidar de eso", apunta Ramos.

Mercadé también traza una línea psicológica respecto a los aficionados difícil de automatizar por los profesionales. Todos veremos una nueva forma de relación entre deportistas e hinchas, pero el cerebro de, por ejemplo, los futbolistas, deberá acostumbrarse.

"La salsa del deporte de elite es mezclarse con la gente. Eso les da vidilla. Al principio tendrán que automatizar eso. Quizá, eso de chocar las manos y de dejarse llevar por la euforia, va a ser muy difícil. Habrá momentos así de ganas de compartir con la gente, pero tendrán que pensar 'cuidado, no'. Veremos una forma de celebrar goles con la gente... saldrá y pasará. Del público hacia los jugadores y de los jugadores al público. La salsa del gol y el baño de multitudes, será muy difícil", agrega Mercadé.

Para Juan José Pérez Toledano, médico de Estudiantes y presidente de la Asociación española de médicos de baloncesto (AEMB), la relación que habrá entre público y profesionales es una pregunta complicada de responder.

"Al principio va a ser a puerta cerrada. ¿Cuánto tiempo? Lo veremos según la evolución de la pandemia. El problema no lo vamos a acabar hasta que no haya una vacuna eficiente. Siempre habrá, aunque sean pequeños contagios, focos que puedan salir que hay que tratar y evitar que haya una escalada otra vez. Un estadio de 80.000 personas puede ser una bomba biológica si no está bien controlado. No veo esa cantidad en un futuro muy próximo", concreta Toledano.

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