¿Te acuerdas de... Goran Juric?


En los años ochenta y principios de los noventa fueron muchos los jugadores yugoslavos que pasaron por el Celta. Por aquel entonces eran futbolistas asequibles económicamente, y solían ofrecer muy buen rendimiento en La Liga. Uno de esos jugadores balcánicos que jugaron en el Celta fue Goran Juric, al que hoy queremos recordar. Vistió la camiseta celeste durante tres temporadas, y hubieran sido más de no ser por unos problemas de salud que cortaron su trayectoria en Vigo. 

Roja de Belgrado. En 1991 deja el país balcánico para recalar en el Real Club Celta de Vigo. Tras dos muy buenas campañas ocupando el lateral izquierdo en el equipo vigués, la liga 1992-93 estaba a punto de finalizar. Goran Juric había sido un pilar dentro de la formación céltica que luchaba por escapar de los puestos de promoción de descenso, pero unos análisis rutinarios dispararon la alarma en el cuerpo médico del Celta al detectársele una importante cantidad de azúcar en la sangre.

La confirmación vendría pocos días más tarde, a finales del mes de junio, cuando un informe médico señalaba que el futbolista sufría una diabete de tipo I (insulino-dependiente), precisando un tratamiento diario de tres dosis. Por entonces, Juric presentaba sintomas de cansancio y perdida del apetito, además de sed intensa y poliuria, lo que le llevó a perder tres kilos.

Así las cosas, Juric, pese a tener todavía dos años más de contrato con el Celta, no volvería a jugar ningún partido oficial con nuestro club. Su carrera deportiva parecía haber tocado a su fin. Dos meses después, la situación parecía haber mejorado, Juric era más optimista: "Me encuentro bien y con mucha confianza. Tengo todavía contrato con el Celta y quiero seguir jugando. La directiva no ha hablado conmigo, pero ya hablo con el entrenador. Soy optimista".

Pero después de nuevas analíticas, que ratificaron la enfermedad, Juric no volvería a jugar, al menos en el Celta por los riesgos que podría correr el club. Se planteó su situación y hubo acuerdo, después de varios enfrentamientos. A Juric se le ofreció un homenaje que no llegó a celebrarse. Como compensación recibió una importante cantidad de dinero (Unos 15 millones de pesetas), causó baja por enfermedad y meses después siguió jugando, en el Croatia de Zagreb, e incluso con la selección de su país, en el Mundial de Francia.

Se retiraría en 2003 con 40 años y diez después de serle diagnosticada la diabetes, en el equipo de su país NK Zagreb, después de emprender una aventura japonesa que duraría 2 años en el Yokohama Marinos.

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