El enigma Bradaric


Filip Bradaric fue uno de los refuerzos del Celta en el mercado de invierno. El centrocampista croata llegaba a Vigo para llenar el hueco que había dejado Lobotka con su marcha al Nápoles. Al balcánico le costó entrar en el equipo, lo hizo ante el Sevilla, en la segunda mitad, coincidiendo con la remontada de los celestes, y a partir de ese momento fue indiscutible. 

Jugó de titular en el Bernabéu, firmando una buena actuación, y aunque fue expulsado en la siguiente jornada, en el partido frente al Leganés disputado en Balaídos, regresaría nuevamente al once inicial ante el Getafe tras cumplir el preceptivo partido de sanción. 

Desgraciadamente, el parón por el brote de Covid-19 le ha dejado únicamente con cuatro partidos jugados, y muy pocas opciones de que el Celta ejecute la opción de compra que figura en su cláusula de rescisión. El club vigués centrará sus esfuerzos en retener a Murillo y Rafinha, algo que no será nada sencillo. En todo caso, tendrá una nueva oportunidad si finalmente La Liga se reinicia, como pretende Javier Tebas. 

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