El Celta se ha conformado con un punto en un partido con muy poco fútbol y los equipos más pendientes de proteger el punto inicial que de buscar la victoria. El Celta no tuvo su día en ataque, aunque mantuvo la portería a cero por segundo encuentro consecutivo, alcanzando los 25 puntos, y pendiente de lo que hagan mañana sus rivales.
De entrada, Óscar García resolvió la ausencia de Bradaric dando la titularidad a Fran Beltrán, y con el regreso de Pione Sisto para suplir la baja del lesionado Denis. El resto del equipo fue el mismo que salió de inicio ante el Leganés.
El partido no fue bueno, y se vio desde los primeros compases. El Celta estaba bien plantado sobre el terreno de juego, pero sin frescura en ataque. Muchas imprecisiones en los hombres de arriba ante un Granada que incomoda muchísimo a sus rivales.
En el minuto 19 llegó una de las ocasiones más claras del Celta, en una acción individual de Aspas, con un disparo desde la frontal que se fue ligeramente desviado. Prácticamente no hubo nada hasta que en el 39 Sisto ingresó en el área rival y se pidió penalti, aunque las repeticiones dejan claro que no existió contacto.
Al descanso se llegó con la primera ocasión del Granada, en un remate de Soldado que desvía a córner Hugo Mallo. Tras el receso ambos equipos salieron sin modificaciones, y todo siguió igual. El Celta adelantó ligeramente las líneas buscando la victoria, pero las imprecisiones reinaron.
En este segundo acto la ocasión más clara la tuvo Pione Sisto, tras un buen pase de Aspas, pero el disparo del danés lo sacó bien Rui Silva. Aspas encontró a Smolov en el 56, pero el ruso, que se había desmarcado bien, no precisó el remate.
El propio delantero ruso sería el primer cambio del equipo, entrando en su lugar Santi Mina. Y dos minutos después de esta sustitución llegó una desgraciada acción en la que Iago Aspas vio una tarjeta amarilla que le impedirá jugar ante el Getafe.
El técnico del Celta ingresaría en el terreno de juego a Brais Méndez en lugar de Pione Sisto, y ya en los minutos finales a Pape Cheikh por Fran Beltrán. Las ocasiones brillaron por su ausencia en la recta final en el Celta, y también en el Granada, aunque tuvo una muy clara en la cabeza de Antonio Puertas, cuyo remate golpeó la base de los dos postes de un afortunado Rubén Blanco.
No había tiempo para más. El Celta suma un punto en un campo complicado, pero perdiendo una buena oportunidad ante un equipo que introdujo cambios con respecto a su equipo titular, pensando en el partido de Copa ante el Athletic. Otro día será mejor.
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