Antes de la llegada de Fiódor Smolov al Celta, Rusia solo había aportado 2 jugadores al Celta en los casi 100 años de historia del club vigués. Los mismos que Alemania, Bosnia, Grecia, Hungría, Letonia, Marruecos, Noruega o Perú, pero con una diferencia sustancial; los dos rusos que han jugado en el Celta son leyendas. Futbolistas inolvidables que entrarían en el Top 5 histórico de cualquier aficionado.
El primero en llegar fue Alexander Mostovoi, que desembarcó en Vigo en el año 1996. Su primer año fue muy complicado, pero después llegaría la leyenda de un futbolista al que muchos consideran el mejor jugador de la historia del Celta. Vistió la camiseta celeste en 270 ocasiones, anotando 67 goles, y durante 8 años sentó cátedra en Balaídos. Es imposible disociar su nombre del EuroCelta que maravilló al viejo continente con su juego, y al que solo le faltó un título para entrar en la historia del fútbol.
Un año después de la llegada del “Zar” llegó al Celta su compatriota Valery Karpin. Muchos aseguran que este hecho fue clave para la mejoría experimentada por Mostovoi a partir de su segundo año. Karpin era un jugador con un carácter muy diferente, y además contaba con experiencia en La Liga tras jugar en la Real Sociedad y el Valencia. Durante cinco temporadas fue el amo de la banda derecha del Celta, disputando un total de 214 partidos, en los que marcó la nada desdeñable cifra de 36 goles.
Fiódor Smolov es el tercero, y curiosamente tiene algo en común con sus predecesores, ya que antes de llegar al Celta se cruzó con el equipo celeste como hicieron Mostovoi y Karpin en aquel Ciudad de Vigo en el que protagonizaron una pelea con varios jugadores del Celta. Smolov no llegó a jugar contra el equipo vigués, pero lo hizo su equipo, el Krasnodar, en la Europa League de la Temporada 2016-17. En aquel momento Smolov era el mejor delantero de Rusia, y el celtismo celebró su ausencia por lesión.
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