El País publica este miércoles un interesante reportaje sobre dos de los ochos jugadores de La Liga que crecieron en municipios con población inferior a 2.000 habitantes. Entre ellos el céltico David Juncà.
El lateral zurdo catalán creció en Riumors, una localidad con apenas 200 habitantes. Por la mañana entrenaba con el primer equipo del Girona y por la tarde echaba una mano en la granja que tenía su familia en su localidad natal.
A los 13 años dio un paso muy importante al incorporarse a la cantera del Barcelona, un salto que fue muy difícil por el cambio de Riumors a Barcelona: “De repente te encuentras en un sitio con gente por todos lados y pasas mucho tiempo solo. Para mí, que era muy tímido, fue difícil”, rememora el futbolista celeste.
“Soy muy feliz, pero también consciente de que vengo de una familia trabajadora. A veces he escuchado lo de ‘hoy me da pereza entrenar’. Pero si mi padre se sigue levantando a las seis de la mañana, ¿Cómo voy a pensar eso?”, razona.
Podéis leer el reportaje completo en este enlace.
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