Vicente Moreno regresa a Balaídos 7 años después de aquel inolvidable Celta - Xerez

Foto: Óscar Vázquez/La Voz de Galicia 

Vicente Moreno volverá a Vigo siete años después de su primera y única visita como entrenador. El técnico catalán tomó las riendas del Xerez, club con el que jugó durante toda una década, en una temporada muy complicada para los gaditanos, que iniciaban un viaje al infierno que todavía no ha terminado. Enfrente estaba el Celta, que estaba a punto de poner fin a su dura estancia en el averno. 

Era el 23 de mayo de 2012. Un día que difícilmente olvidaremos los celtistas que lo vivimos, bien en Balaídos o a través de la pequeña pantalla. Aquel Celta - Xerez fue el famoso partido de los 13.000 aficionados. Un encuentro de alta intensidad que empujaría al Celta hacia el último ascenso en una montaña rusa de emociones. 

Paco Herrera puso en liza de entrada a Sergio Álvarez, Hugo Mallo, Oier, Túñez, Roberto Lago, Oubiña, Álex López, Toni, Orellana, Bermejo y Iago Aspas. No pudo empezar peor el partido, ya que a los 7 minutos Sergio cometió penalti y fue expulsado. Mendoza transformaría el gol xerecista, que complicaba el ascenso del Celta. 

Pero entonces comenzó la épica. El Celta se vino arriba a pesar de jugar con uno menos, y a los 28 minutos empataría Iago Aspas. Nada más comenzar la segunda parte la tortilla dio la vuelta. A los 5 minutos el guardameta visitante, Toni Lechuga, cometería penalti y sería expulsado. Iago Aspas transformaría la pena máxima completando la remontada, que redondearían en la recta final Álex López y Orellana. 

Un partido inolvidable que Vicente Moreno vivió en directo. Después de aquel encuentro vivió varias temporadas en Segunda y Segunda B, en las filas del Nàstic de Tarragona y del Mallorca, al que ha ascendido desde la categoría de bronce hasta la Primera División. Ni el Celta es el mismo, aunque su estrella siga siendo Iago Aspas, ni Vicente Moreno es el mismo entrenador. Mañana los objetivos de ambos serán muy diferentes, pero el partido tendrá una carga emocional que no tiene nada que envidiar a la que vivimos aquel 23 de mayo de 2012.