Amarga poesía


Foto: EFE
Fabián Orellana disputó 170 partidos con la camiseta del Celta, en los que marcó 36 goles durante 6 temporadas. El internacional chileno es uno de los mejores jugadores del equipo en esta década que está a punto de terminar, y a sus 33 años sigue demostrando que tiene mucho fútbol en sus botas. 

Ayer lo sufrió el Celta. El pequeño atacante marcó un gol, con una enorme tranquilidad a la hora de finalizar, pero al margen de esta acción fue una pesadilla para la zaga celeste y para Rubén Blanco, que tuvo que sacar hasta en dos ocasiones sendos lanzamientos de córner en los que buscaba un gol olímpico. El de Mos ganó entonces la batalla pero ,como sus compañeros, perdería la guerra. 

Orellana dejó el Celta en el mes de enero de 2017, tras un fuerte encontronazo con el entonces técnico celeste, Eduardo Berizzo. Se fue al Valencia y no triunfó, pero en Eibar se ha reencontrado con el fútbol. Es un club y un entorno ideal para el “poeta”, al que le gusta pasar desapercibido. Allí ha vuelto a explotar como ese gran jugador que es, capaz de ser determinante en los partidos. Ese jugador al que disfrutamos aquí durante tantos años y que ahora, tenemos que sufrir conformándonos con que no celebre los goles que nos marca. 

0 comentarios:

Publicar un comentario