La Temporada 2019-20 comenzará con un partido vibrante en Balaídos. Se espera una gran afluencia de espectadores, pero a diferencia de otros encuentros similares, en esta ocasión hay un condicionante que puede marcar el antes y el después del choque: Las butacas de Río Bajo.
La polémica ha estado marcada por esta grada en las últimas semanas. El Concello de Vigo, dos años después de comenzar la obra de reforma de la grada de Río, realizó el cambio de butacas en la grada de Río Bajo. Sorprendía que los asientos de Río Alto fuesen renovados hace dos años, pero a la vista de los resultados tenía una explicación.
Como se ha podido ver en fotos colgadas por el Celta y por varios aficionados invitados por el club, las butacas no cumplen los requisitos mínimos de comodidad. De hecho están muy lejos de alcanzarlos. La característica forma de la grada hace que con las nuevas butacas el espacio para colocar las piernas sea mínimo, lo cual provocará incomodidad para el aficionado y también para el que esté delante o al lado. Todo apunta a que aquellas personas que midan más de 1,70 estarán realmente incómodas.
El Concello presume de la reforma, y también de las butacas, las cuales considera muy cómodas, pero la realidad siempre está por encima de las fantasías. Hoy es el primer día en el que los abonados de Río acudirán a su reformada grada, algunos totalmente ignorantes de lo que les espera, y otros temiéndose lo peor. También veremos aficionados del Real Madrid, que se llevarán una grata sorpresa después de pagar 90€ por sus localidades. No cabe duda de que este será uno de los temas estrella al final del partido.
Confiemos en que la victoria del Celta logre mitigar el enfado de los aficionados celestes. Y los otros, pues sí, esos 90 euros les parecerán 300.
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