La hemeroteca acostumbra a tener reservadas grandes sorpresas, y también de vez en cuando a recordarnos cosas que el paso del tiempo y los sucesos posteriores han hecho que olvidemos. Mazinho es un emblema para el celtismo, un jugador de leyenda. El brasileño, que fue campeón del Mundo en 1994, tan solo jugó tres temporadas y media en el Celta, tiempo suficiente para formar una inolvidable pareja junto a Makelele, y estar en el Top 5 históricos de muchos aficionados.
A Mazinho no le gustó nada que el Valencia lo traspasase al Celta, y así lo manifestó a la prensa en su momento. El País publicó el 19 de junio de 1996 unas declaraciones de Mazinho en las que dejaba claro que su intención no era jugar en el Celta: “Roig me dijo que todo iría bien y que me quedaría en el Valencia”. Además se mostró decepcionado por la cantidad en la que fue vendido, unos 100 millones de pesetas, es decir, 600.000 euros: “Me ha vendido por una banana”, zanjó.
Vigo no era el destino soñado por Mazinho: “Tengo ofertas del Sao Paulo, el Fluminense, el Flamengo… pero si el Valencia me quiere vender tan barato, puedo comprarme la ficha y me voy a donde quiera”, lamentaba entonces.
El resto de la historia ya la conocéis. Mazinho jugó en el Celta entre 1996 y 2000 disputando un total de 138 partidos, en los que anotó 10 goles, y dio lecciones de fútbol cada tarde en Balaídos.
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