En las últimas horas han comenzado a surgir nombres de posibles relevos de Fran Escribá al frente del banquillo celeste. Vaya por delante que lo lógico sería primero confirmar la permanencia, que aún no es matemática, y saber si Escribá seguirá o no en el Celta. A partir de ahí se podrá hablar de nombres, pero los primeros que han surgido son ciertamente sorprendentes.
Informó anoche la Radio Galega que Pablo Machín y Quique Setién forman parte de los candidatos para el banquillo. No disponemos de información adicional, pero son dos entrenadores de difícil cabida en el Celta. Primero porque es extraño que el club dude entre dos técnicos con un perfil tan diferente. Sería un fallo importante no tener claro hacia donde va a ir el equipo, y lo cierto es que en casa Celta casi siempre lo han tenido bastante claro.
La opción de Quique Setién es ciencia ficción absoluta. Veremos si finalmente sigue en el Betis o no, según las últimas informaciones llegadas desde la capital andaluza todo apunta a que el técnico cántabro y el Betis resolverán su contrato, y no cumplirá el año que le queda de contrato, pero o realiza una renuncia económica muy importante, o será difícil que el Celta se aproxime a los casi 3 millones de euros brutos que cobra en el equipo verdiblanco.
Para hacernos una idea, Mohamed no llegaba al medio millón de euros, y Escribá también ha firmado a un precio bajo, aunque las urgencias del Celta no le ofrecían demasiado margen en la negociación. El entrenador no va a cobrar más que Iago Aspas, y la llegada de Setién obligaría a que esa situación se diese.
Existe la posibilidad de que se rebaje el sueldo, pero es altamente improbable. A pesar de que en Sevilla no lo pueden ver, Setién tiene un caché importante, y ha hecho dos buenas temporadas en el Betis. Este año el equipo se ha venido abajo tras caer en la Europa League y en las semis de Copa, pero ha imprimido un estilo muy característico a su equipo y le sobrarán ofertas para la próxima temporada.
No es la primera vez que su nombre se relaciona con el Celta, y es posible que guste en Príncipe, pero otra cosa es que se pueda fichar o que tan siquiera se plantee esa opción. Tuvo su momento cuando entrenaba al Lugo. Entonces era un técnico asequible, aunque sin experiencia en Primera División. Ahora la tiene, pero ya no es asequible. La vida es así.
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