Una auténtica final

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Pocas veces la palabra “final” encajará para definir a un partido como el de este sábado ante el Girona, un encuentro que se ha convertido en una auténtica final para ambos equipos, inmersos en una lucha con la que no contaban. El Celta no esperaba estar así cuando comenzó la temporada, y el Girona tampoco lo esperaba hace cuatro jornadas, pero desde entonces ha encadenado cuatro derrotas consecutivas que lo han metido de lleno en la lucha por evitar el descenso. 

El equipo catalán, que llega a Vigo con Eusebio Sacristán en el banquillo, tiene un punto más que el Celta en estos momentos, así que una victoria permitiría a los de Fran Escribá escalar posiciones y meter y adelantar a varios equipos. Eso sí, una victoria del Girona dejaría al equipo catalán en una posición mucho más tranquila para encarar lo que resta de temporada. 

Es decir, que para ambos equipos ganar supone un respiro, y casi media salvación, pero perder es sinónimo de problemas muy gordos para lo que queda de curso. También es evidente que ni la victoria salva a ninguno de estos equipos, ni la derrota los condenaría al descenso. Queda aún mucho por delante, pero cada vez menos, y la tendencia puede cambiar con un simple resultado. 

También estaría en juego entre estos equipos el goal-average. En el partido de ida vencieron los catalanes (3-2), por lo que el Celta debe, como mínimo ganar. Si lo hace por la mínima dependerán entonces del goal-average general, que es ahora mismo favorable al Celta, aunque tan solo por dos goles. Mucho en juego en la mañana del sábado.