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| Foto: Faro de Vigo |
Si tuviésemos que explicarle a un alienígena recién llegado a la tierra lo que es Iago Aspas seguramente no sabríamos por donde empezar. Resulta verdaderamente complicado explicar algo que escapa a la lógica, que no tiene explicación racional.
Cómo explicar que un jugador que lleva tres meses parados juegue tres partidos en apenas ocho días y sea capaz de aguantar físicamente. Cómo explicar que además de jugar, ha sido capaz de marcar 5 goles y repartir 2 asistencias, participando en 8 de los 9 goles que marcó el equipo en estos encuentros.
Cómo explicar el cambio que ejerce en un equipo que sumó 4 puntos en 3 meses sin él, y que ha sido capaz de arrancar 7 puntos en una semana con él. Cómo explicar que en estos tres partidos el Celta ha marcado un gol más que en los 11 anteriores sin él.
Cómo explicar que su sola presencia hace que sus compañeros sean mejores, que parezcan más implicados, que ganen duelos que antes perdían, que saquen fuerzas de flaqueza y que el Celta pase de ser un equipo de otra categoría, a uno que compite como el que más en Primera.
La explicación más lógica es que Iago es de otro planeta, no sabemos de cuál, pero lo que parece claro es que no es humano.
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