Real Madrid 2 - Celta 0 | El Celta no opone resistencia


Foto: LFP
Nueva derrota del Celta en el Santiago Bernabéu, que deja a los de Fran Escribá en puestos de descenso, pase lo que pase en el resto de la jornada. El Real Madrid fue claramente superior ante un Celta que apenas superó el centro del campo, aunque pudo adelantarse nada más comenzar el partido con un buen cabezazo que sacó Navas. El encuentro también registró la lesión de Juncà por un problema muscular. 

De entrada, pocas novedades en el once del Celta, con la novedad de Sisto en lugar de Boudebouz, y el cambio obligado de Kevin por el lesionado Hugo Mallo. El planteamiento inicial también muy similar al del pasado domingo frente al Betis, pero a los tres minutos llegó una acción que influyó en el partido cuando Juncà tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado. 

Sin un lateral izquierdo suplente en el banquillo, Escribá recompuso al equipo situando en banda izquierda a Kevin y poniendo como lateral derecho a Costas. Hoedt entraba al terreno de juego para situarse al lado de Araujo en el eje de la zaga. 

Al cuarto de hora llegó la mejor ocasión del Celta en el partido con un remate de cabeza de Maxi tras un excelente envío de Hoedt desde la banda que salvó Navas con una extraordinaria parada. Fue prácticamente todo el peligro creado por el Celta en los 90 minutos de juego. 

El resto de oportunidades y de fútbol las puso el Madrid, que se pudo adelantar a la media hora con un disparo al larguero, y que obligó a trabajar a Rubén Blanco en varias ocasiones. A pesar de todo se llegó al descanso con empate a cero, sin que tampoco el Madrid tuviese grandes ocasiones. El plan de Escribá estaba saliendo bien, pero quedaba por delante la segunda mitad. 

A los diez minutos de la reanudación marcó el Madrid por medio de Luka Modric, pero el árbitro anuló el tanto por fuera de juego tras consultar con el VAR y revisar la jugada en la pantilla que tiene a su disposición a pie de campo. Varane estorbó a Rubén Blanco por lo que la acción está bien anulada. 

El Celta tuvo una gran ocasión en una contra desperdiciada de forma lastimosa por Boufal, que en lugar de enviar el balón a Maxi acabó regalándoselo a Navas. El que no perdonó fue Isco, que anotó en el minuto 62 tras recibir un pase de Benzema poniendo al equipo blanco por delante. 

Ahí se acabó el partido. El Celta tenía media hora por delante para intentar rascar algo del Bernabéu, pero como suele suceder cuando está por detrás en el marcador fue incapaz de generar una sola ocasión del gol. El Madrid, que tampoco está para muchas florituras, sí que aprovechó la que tuvo por medio de Bale, que ponía el 2-0 definitivo. 

Los últimos minutos fueron un ejercicio de impotencia, uno más en un Celta que debe cambiar radicalmente su imagen si quiere, al menos, pelear la permanencia. 

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