Celta 1 - Levante 4 | Morales hurga en la herida del Celta


Foto: LFP
El Celta se hunde un poco más en otro ejemplo de impotencia. Un equipo sin capacidad de reacción, sin delanteros, y sin capacidad para crear juego, que además va muy justito atrás a poco que el rival apriete. El Levante vino a Vigo dispuesto a llevarse los tres puntos y lo hizo con una facilidad pasmosa, dando la sensación que de haber necesitado otros cuatro goles, los hubiera marcado sin dificultad. 

A pesar de no contar de inicio con Maxi Gómez, sancionado, y un Aspas todavía no recuperado del todo de su lesión, Cardoso decidió no contar con ningún delantero del filial, así que de inicio partió con una defensa de cuatro, con Hugo Mallo, Araujo, Hoedt y Juncà, por delante de ellos un trivote formado por Okay, Fran Beltrán y Jozabed, y arriba Brais, Boudebouz y Boufal, siendo Brais Méndez el que actuaba como falso nueve. 

El Levente, viendo la escasa capacidad ofensiva del Celta, salió decidido a por el partido, y no tardó mucho en adelantarse. A los 20 minutos, Morales aprovechó uno de los ya famosos huecos en la zaga celeste para anticiparse y anotar solo ante Rubén Blanco. El propio Blanco salvó el 0-2 unos instantes después en otro despiste de la defensa. 

La mejor ocasión del Celta en la primera parte llegó en las botas de Hugo Mallo, que fue el único que supo interpretar como hacer daño a la zaga levantinista, pero falló en la definición ante el meta rival.  El que no falló fue Coke, que remató en área pequeña, bastante solo, un saque de esquina para poner el 0-2. 

Tras el descanso salió el Celta más decidido a atacar, aunque con la misma suerte que en la primera mitad. Lobotka salió al campo en lugar de Jozabed.  El partido se acabó cuando Boudebouz fue expulsado por levantar en exceso la pierna ante un rival. El árbitro lo vio y expulsó al nuevo fichaje celeste que se estrenó con una tarjeta roja, como Hoedt en su debut. 

Si el partido ya estaba muerto, esa acción acabó por enterrar las opciones del Celta, que pese a todo jugó los mejores minutos a continuación, sin crear demasiadas ocasiones, pero al menos controlando el juego. Aspas estaba dispuesto a entrar al campo, pero Morales le recomendó prudencia cuando anotó el 0-3 en una acción muy similar al 0-1. 

La última media hora fueron minutos de la basura. Sirvió para ver a Jensen sobre el terreno de juego, y para ver un penalti a favor del Celta en Balaídos, algo que ya casi no recordábamos. Un penalti muy justo, de esos que jamás pitarían con el marcado más apretado. Marcó Brais el 1-3, y a renglón seguido Mayoral marcó el cuarto para recordar que el encuentro estaba cerrado desde que comenzó. 

El Celta se queda en una situación muy peligrosa. Con los puestos de descenso cada vez más cerca, y nuevamente esperando que los rivales fallen para seguir fuera. Urge cambiar algo. 

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