 |
| Foto: LFP |
El Celta perdió el primer partido de la temporada en Girona, en un encuentro marcado por el acierto del equipo rival en el juego aéreo. El Celta se fue al descanso 2-1, y el Girona encontró el tercero en una contra. A partir de ahí el Celta empezó a poner gente ofensiva, dominó el partido, pero el equipo de Eusebio supo defenderse y solo permitió un gol, insuficiente para que se concretase la remontada.
Antonio Mohamed repitió el once de las últimas jornadas, con tres centrales, dos carrileros por momentos y los mismos jugadores de la parte ofensiva. La primera parte estuvo llena de alternativas, con llegadas de ambos equipos. A los 6 minutos pudo adelantarse el Girona, que se encontró con una portentosa intervención de Sergio.
El Celta también se asomaba a la portería de Bono, y lo intentó con un disparo de Pione Sisto desde la frontal, ligeramente desviado. El que no falló fue Stuani, que en el minuto 22 ganó un duelo aéreo a Araujo para poner a su equipo en ventaja. El Celta encajó mal el golpe, pero una acción a balón parado le sirvió para meterse en el partido al transformar Iago Aspas un libre directo con un toque genial.
El gol igualaba el partido y las fuerzas, pero la alegría duró muy poco, ya que un minuto después Pedro Alcalá gana nuevamente un balón aéreo ante Araujo y Maxi Gómez para poner de nuevo a su equipo en ventaja. Con el 2-1 se llegaría al descanso.
Tras la pausa, Mohamed reestructuró el equipo. Dio entrada en el terreno de juego a Sofiane Boufal y retiró a Junior Alonso. El Celta pasó a defensa de cuatro, con Hugo Mallo en el lateral derecho y Roncaglia en el izquierdo. Boufal se situó como enganche, y Aspas pasó a la derecha.
Los cambios no mejoraron al Celta, que tenía el dominio, pero le costaba encontrar los espacios. Además, en el minuto 56, una pérdida de Roncaglia acabó con una contra y tras dos rechaces de cierta fortuna el balón cayó manso a pies de Stuani, que acompañó muy bien la jugada, para poner el 3-1 que parecía definitivo.
Mohamed quemó las naves dando entrada a Dennis Eckert en lugar de Sisto. El cambio llevaba a Boufal a la banda y situaba al Celta con un 4-4-2, con Eckert y Maxi Gómez en punta de ataque. Unos minutos después entraría Brais en lugar de Beltrán.
A estas alturas el campo estaba totalmente volcado hacia la portería del Girona, pero faltaba claridad en el Celta para crear ocasiones realmente claras. No fue hasta el 87 cuando llegó el 3-2, un gol que llegó tal vez tarde. Fue Boufal quien aprovechó un centro pasado de Lobotka desde la línea de fondo para batir a su compatriota Bono.
Fue en estos instantes finales cuando el equipo vigués estuvo más cerca del empate, que pudo llegar en la cabeza de Maxi, pero su remate fue demasiado centrado y lo detuvo el meta rival. Eckert también tuvo alguna ocasión, pero no había tiempo para mucho más. Tan solo para que Cabral viese la segunda amarilla y se fuese antes de tiempo del terreno de juego.
0 comentarios:
Publicar un comentario