Sisto muestra síntomas de mejoría


Foto: Atlántico Diario
Pocos jugadores necesitaban tanto como Sisto un gol para su autoestima. El internacional danés está en la segunda vuelta muy lejos del rendimiento que ofreció durante la primera fase del campeonato, en la que se convirtió en uno de los mejores asistentes del campeonato, peleando por la primera plaza de la clasificación con un tal Messi. 

Ya por entonces muchos advertían que detrás de las exhuberantes cifras se escondía una incipiente debilidad futbolística. Es decir, que las cifras eran mejores que el juego del extremo, pero ocultaban dichas debilidades. Cuando las cifras dejaron de aparecer, cuando dejó de marcar goles y dar asistencias, llegaron las críticas e incluso la suplencia. 

Su peor momento coincidió con la irrupción de Emre Mor en el once inicial. Sisto atravesaba su peor momento de forma, y el turco parecía por fin decidido a justificar los 14 millones de euros que había invertido el Celta el pasado verano. Pero fue el propio jugador turco-danés y sus indisciplinas, las que acudieron al rescate de Sisto, que regresó al once inicial, aún sin demostrar una evidente mejoría en su juego. 

El pasado sábado dio síntomas de ligera mejoría. No es para echar cohetes todavía, pero dada su situación, cualquier mejoría debe ser celebrada. Marcó un gol y pudo hacer otro, y aunque muchas veces lo pararon los zagueros rivales, nunca se cansó de intentarlo, y quizás ese ha sido el mejor síntoma durante todos estos meses de crisis de juego. A pesar de los murmullos de Balaídos, de las broncas de Aspas y de su bajón de juego, nunca ha dejado de creer en sí mismo e intentarlo. Este año ya toca a su fin, poco puede arreglarse ya, pero conviene recuperar a Sisto para el año que viene. Nos hará mucha falta. 

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